La obsesión del CEO mafioso. romance Capítulo 116

Corrí acercándome a él y lo cargué para cargarlo y estrecharlo entre mis brazos dejando varios besos en sus mejillas.

—Tienes diez minutos —Advierte Diego antes de marcharse

—Mi solecito, mi príncipe adorado. ¿No te hicieron nada verdad?.

—Señora Belinda —cuando levanté la vista me percaté de que la señora Gabriela se encuentra aquí.

—¡Está viva!

Ella asiente con la cabeza —Yo crie al señor Aníbal y me tiene aprecio por ello me perdonó la vida.

—Mami me quiero ir a casa.

—Mi consentido te juro que tú estarás muy bien. Por favor dime que no te lastimaron.

—No se preocupe señora yo estuve todo el tiempo con el pequeño y esos infelices no lo maltrataron.

—Ella me contó historias de mi abuelito cuando era pequeño, pero tuve mucho miedo y te extrañe.

—Yo también mi Sol, pero estás conmigo, mi pequeño —Deje un beso en su frente —Muchas gracias por cuidarlo señora.

—Es un amor de niño igual a mi niño Fernando

—Siempre debes recordar que yo te amo más que a mi vida mi Aarón Alexei.

Intento contener mis lágrimas con todas mis fuerzas porque no deseo que el último recuerdo que tenga de mí sea llorando. Se perfectamente que nunca más lo veré porque no podré huir de Diego.

—¡Vámonos Mami!

—Hay muchos hombres custodiando la salida, el único escape es la salida subterránea por el sótano. ¿Sabe como llegar?

Asentí con la cabeza —Conozco a la perfección está maldita hacienda.

Fuimos interrumpidos cuando Diego entro a la habitación, acompañado de sus hombres.

—Es hora de irnos en diez minutos llega el avión.

—¡No me quiero ir con él!

—Tranquilo Aarón tú no irás a ningún lado. Es tu mami quien se va conmigo.

—Diego por favor —Le suplicó entre

lágrimas mientras abrazo a Aarón quien sigue en mis brazos

—Tendremos más hijos, pero no toleraré al recuerdo de que fuiste la mujer de Fernando. ¿Tú eliges lo asesino o lo regreso con su padre?.

No lo dude y golpee a uno de los hombres con un florero para luego salir corriendo lo más rápido que pude. Sé perfectamente que Diego no me disparara por la espalda porque está obsesionado conmigo.

Corrí sin parar hasta llegar al jardín, pero debí detenerme porque otros dos hombres me rodearon y escuche una carcajada proveniente de mi espalda.

—¡No seas patética, Belinda! ¡Deja al niño o lo asesino aquí mismo! —Me amenaza mientras le apunta con el arma

—¡Mami! —Me habla Aarón mientras me mira a los ojos.

—Tranquilo mi amor —Le pido mientras lo bajo al pasto y me centro en Diego —Por favor baja el arma.

—Me encanta que seas sumisa. Mario ya sabes qué hacer con el mocoso.

Cubrí a Aarón cuando ese infeliz que asesino a mi bebé intento acercarse.

—¡Este idiota no lo tocará!

—No lo lastimará al menos que yo lo ordene

Reí —Claro como no lastimó a mi hija. Ustedes dos la asesinaron par de monstruos.

—¡Eso fue un error!

—¡Por qué mierda no estás en el avión! —Exclama Aníbal llegando —Deja tranquila a esta mocosa o terminarás en la cárcel.

—No intervengas, papá.

—Por supuesto entre asesinos se entienden ¿Verdad?.

—No sé dé que hablas — Expresa Diego confuso

—Nunca te preguntaste porqué tu madre murió de una forma tan extraña y casualmente tu padre heredó todo.

Capítulo 116 1

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