La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1078

Melanie no le contó a Don Smith sobre su embarazo. Forzó una sonrisa en su rostro. “Cuidaré bien de Alex, abuelo. Definitivamente ayudaré a acelerar su recuperación. No soy buena administrando negocios, así que tendremos que molestarte por el momento. Descansa temprano por la noche. Puedo manejarlo".

Don Smith asintió, complacido. Luego se dio la vuelta y se fue.

Melanie apartó su tristeza y preguntó con cuidado: "¿Te ayudo a bañarte?".

Alejandro miró su vientre aún plano. "Dile a Jett que lo haga".

Ella apretó los dientes. "¿Qué ocurre? ¿No puedo mirar tu cuerpo ahora? Nunca intentaste ocultarlo antes".

Él no respondió. En cambio, condujo la silla de ruedas hasta la puerta del dormitorio. "¡Jett!".

Jett abrió la puerta y entró, pero cuando vio la mirada cenicienta en el rostro de Melanie, se sorprendió. Hizo una pausa y dijo: “Señor, Don Smith me ha llamado. Por favor discúlpeme”.

La atmósfera se volvió incómodo. Poco tiempo después, Melanie soltó una suave burla y agarró a Alejandro por el brazo. Ya no se opuso. Se incorporó y puso gran parte de su peso sobre ella.

La pareja permaneció en silencio durante su baño, el ambiente permaneció incomodo. Gracias al vapor del agua caliente y al esfuerzo que tenía que hacer, la frente de Melanie empezó a sudar. El suéter blanco y esponjoso que llevaba también estaba húmedo por el vapor; sus mejillas claras y blancas eran ahora de un rojo rosado.

"¿Vale la pena?", preguntó, incapaz de contenerse a sí mismo. “Puedes pedir el divorcio. Estoy completamente de acuerdo con eso".

Tenía mucha curiosidad por saber por qué había estado mirando esa fuente afuera de la ventana todo el tiempo. No tenía nada de especial. El Chalet de Smith en Ayashe tenía uno igual.

De repente, vio una figura debajo de la sombra de la estatua alta en el centro de la fuente. No estaba muy claro, pero podía verlo: era Lynn. Su corazón se llenó de una sensación de molestia. Se dio la vuelta y salió. "¿Qué estás haciendo aquí?".

Lynn se enderezó el puño, claramente inquieta. "Yo… nada”.

Melanie, que estaba vestida solo con un suéter, se estremeció bajo el frío viento de la noche. Juntó los brazos, lo que la hizo sentir mucho mejor. "Tú... ¿Cuánto tiempo llevas con Alejandro?".

"No mucho", respondió Lynn con sinceridad. "No siempre estoy con él de todos modos, solo una guardaespalda normal".