La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1315

Alejandro se quedó tranquilo en el umbral de la puerta. “No le he hecho nada”, respondió insípido. “Ella todavía estaba por aquí esta mañana. Este es Ayashe. Incluso si quisiera que le pasara algo, ¿estarían de acuerdo los Lark? Ya tengo mis manos ocupadas contigo. ¿Cómo podría tener tiempo para hacerle algo? No seré responsable de que sufras un derrame cerebral”.

Don Smith finalmente se calmó cuando se dio cuenta de que Alejandro estaba diciendo la verdad. Dejó de arrojar todo en la habitación. “¡Encuéntrala! He llamado a la Mansión Lark. ¡Ella no está ahí!”.

Alejandro hizo que el personal limpiara la habitación de Don Smith y luego se dirigió al patio. Jett lo acompañó y dijo: “El temperamento anormal de Don Smith es previsible en su condición actual. Por favor, no le haga caso, señor”.

Alejandro encendió un cigarrillo. “Encuentra a Melanie. Busca a dónde se ha ido. Mientras ella no esté cerca, el anciano pensará que le he hecho algo. Una vez que la hayas encontrado, dile que vuelva a casa y vigila al anciano hasta que cierre los ojos para siempre. Al menos, yo también tendré algo de paz y tranquilidad”.

Jett gruñó en respuesta y se fue con algunos hombres del Chalet de Smith.

A medida que el día se convertía lentamente en noche, Jett llamó con un mensaje. “Señor, la Sra. Smith está... en el hospital…”.

La mano de Alejandro tembló casi imperceptiblemente mientras sostenía el teléfono. “¿Por qué está en el hospital?”.

“B-bueno…”, tartamudeó Jett. “Será mejor que venga, señor. Le enviaré la ubicación”.

Jett estuvo de acuerdo en que era inapropiado forzar al bebé a tener un parto prematuro, aunque todo era para que Don Smith pudiera conocer al bebé. Él estaba del lado de Alejandro en este asunto, por lo que de inmediato se fue a encargarse de la salida.

Melanie jadeó de rabia. Al darse cuenta de las llamas de la guerra que se formaban entre la pareja, la niñera no pudo soportarlo más. “Uhm… voy a salir a echar un vistazo. Sr. Smith, Sra. Smith, los dejo”.

Una vez que la niñera se fue, Melanie explotó. “¿Por qué no me dejas hacer esto? Mi fecha de parto ya casi llega, por lo que no afectará mucho al bebé. ¿Por qué estás haciendo todo lo posible para detener esto? ¿Es esto por sus motivos egoístas? Siempre supe que solo me dejabas quedarme con el bebé después de sopesar tus ganancias y pérdidas; temías que el abuelo se enterara. El abuelo está al final del camino ahora. ¿Estás esperando que muera antes de decirme que me deshaga de mi bebé, justo antes de su nacimiento? Nunca tuviste la intención de que naciera este bebé, ¿verdad? La muerte de un feto sería mucho más fácil para tu conciencia, pero un bebé que nace de manera segura se considera una nueva vida. Deshacerse de él sería extremadamente problemático. Solo se interpondrá en el camino cuando encuentres a otra mujer. ¿No es eso cierto? Nadie podrá detenerte una vez que el abuelo muera... tengo que considerar mi bienestar y el del bebé. Ya sea para darle al abuelo la oportunidad de conocer al bebé, o por mi bien y el del bebé, ¡no me voy a casa contigo!”.