La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1343

Después de encontrarse con Jackson y Tiffany, los cuatro conversaron un poco antes de dividirse en grupos. Era un hecho que los hombres empezarían a hablar de negocios y dinero, mientras que el sopor inevitablemente aburriría a las mujeres.

Se decía que el propietario de esta lujosa propiedad era un magnate poderoso que había construido un imperio comercial dentro y fuera del país. Como resultado, muchos se tropezarían por halagarlo y agradarle. Sin embargo, la razón por la que Mark y Jackson estaban aquí era simplemente porque ellos eran viejos amigos de este magnate, con quien se habían asociado varias veces en muchos proyectos diferentes.

Tiffany, de pie en el patio de la propiedad, donde una gran piscina se extendía ante sus ojos, exclamó: “¡Santa María Madre, este tipo es tan rico como Rico McPato! ¡Él construyó este lugar grandioso y pomposo a pesar de no quedarse aquí con demasiada frecuencia! Quiero decir, ¡las tarifas de estas renovaciones deben haber sido tanto como el costo de la propiedad misma! Es demasiado elevado para mí, hombre. ¡Incluso esta piscina es demasiado grande en mi opinión!".

Arianne se rio entre dientes. “Bienvenida al mundo de los ricos, supongo. Depende de la forma en que quieras vivir. También podrías vivir de manera tan extravagante si quisieras".

En ese momento, un grupo de tres mujeres de mediana edad se acercaron a Arianne y Tiffany, con copas de vino en mano.

“¡Ah! Ustedes dos deben ser la Sra. Tremont y la Sra. West, ¿verdad? Encantadas de conocerlas a las dos".

Arianne sonrió, levantó su copa y tomó un sorbo. "El placer es todo mío".

La aparición de extraños inquietó a Tiffany, pero lo superó copiando lo que hizo Arianne. Una vez que las tres mujeres se fueron, ella preguntó: "¿Las conoces, Ari?".

La mujer en cuestión se encogió de hombros. "No, nunca los había visto antes, pero ¿no son estas cosas comunes en eventos como estos? La gente acudirá a ti e intentará congraciarse si juzgan que eres útil para ellos y lo suficientemente digna. Solo tienes que acostumbrarte… ¡Oye, espera un minuto! ¿No eras tú la pequeña Señorita Lane en el pasado, eh? Estos eventos deberían ser pan y mantequilla para una chica de clase alta como tú. ¿Por qué me preguntas?”.

Tiffany hizo un puchero: “Odiaba asistir a eventos como estos, Ari. Solo estuve allí porque papá me arrastraba pateando y gritando. Además, yo era solo una niña. ¡No hay recompensa por hacerse amigo de una niña! Así que cualquiera que me saludara lo estaba haciendo para agradarle a mi padre".

Unos momentos después, una lluvia otoñal cayó sobre la fiesta y obligó a todos a retirarse dentro de la propiedad. Allí, entre la multitud, Tiffany notó que Jackson y Mark conversaban animadamente con dos extraños de apariencia extranjera.

Los cuatro amigos se rieron a carcajadas ante el comentario de Tiffany en lugar de sentirse avergonzados. Beau levantó su copa en dirección a Tiffany y explicó: "¡Ah, estás lejos de ser la primera en pensar eso! Me encanta tu refrescante sinceridad".

El dominio del español del hombre avergonzó a Tiffany. "Uh-oh... Um, lo siento".

Jackson le frotó la cabeza en consuelo. “Ahh, no. ¡Somos viejos amigos! En ese entonces, yo era a quien le gustaba burlarse de él por su nombre".

De repente, la voz de Alejandro sonó: "Sr. Bart. Me alegra verte tan bien".

Al escuchar su nombre, Seaton se volvió hacia él. “Ah, Sr. Smith. Mucho tiempo sin verte. Escuché sobre el reciente fallecimiento del Sr. Don Smith. Mi más sentido pésame para ti y tu familia”.