Leia Capítulo 1363 do romance La Pequeña Novia del Sr. Mu, autor: Internet. Gêneros: Romance, Drama... La Pequeña Novia del Sr. Mu Hinovel. Visite booktrk.com para ler Capítulo 1363 gratuitamente e os próximos capítulos de La Pequeña Novia del Sr. Mu agora! Capítulo 1363 oferece suporte para baixar o PDF gratuitamente.
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Jett agarró a Melissa y se la entregó a Alejandro antes de llevarse a la fuerza a Melanie y salir del aeropuerto.
Cuando subieron al coche, la cara de Melanie estaba manchada de lágrimas. "¡Me divorciare de ti!".
Alejandro permaneció en silencio con una expresión oscurecida mientras Jett los llevaba a casa. Jett empezó a sudar frío. ¿Qué estaba pasando con la pareja? Sabía que se romperían algún día, pero siempre pensó que Alejandro sería el que dejaría a Melanie. No esperaba el giro de 180 grados. Lógicamente, Alejandro debería acceder fácilmente al divorcio ya que tenía a otra mujer en su corazón. Alejandro se había casado de mala gana después de todo. ¿Por qué tenían la necesidad de discutir sobre el divorcio? ¿Era por el dinero que Don Smith le había asignado a Melanie después de su fallecimiento? Esa fue la única explicación lógica que se le ocurrió.
Melanie empezó a llorar y repitió sus palabras ante el silencio de Alejandro: “¿Me escuchaste? ¡Quiero el divorcio!".
Jett se puso tenso cuando vio la expresión cada vez más oscura de Alejandro. ¿A quién se suponía que debía ayudar si estallaba una pelea?
De repente, Alejandro dijo con frialdad: “Te escuché. No soy sordo, así que no es necesario que grites".
Jett estaba atónito. No esperaba esa respuesta de Alejandro.
Melanie dijo con calma: “Siempre que me escuches. Redactaremos el acuerdo de divorcio cuando regresemos. Melissa se queda conmigo. Todo lo que he heredado le será transferido. ¡No quiero nada!".
Jett se sorprendió. Ahora que Melanie declaró que planeaba transferir todo lo que había heredado a la niña, probablemente se le otorgaría el divorcio. Después de todo, resolvió una de las principales preocupaciones de Alejandro. Realmente no podía soportar la atmósfera helada en el coche. Al final, se armó de valor y dijo: “Por favor, cálmese, señora. ¿Por qué no se sientan los dos y tienen una discusión adecuada?".
Melanie se limpió las lágrimas. "¡No tengo nada que decirle!".
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