La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1364

La actitud tranquila de Alejandro era exactamente lo opuesto a la rabia tormentosa de Melanie. Cuanto más tranquilo estaba, más enojada se ponía ella. "Te dije que me divorciaría de ti. ¡Fin de la discusión!".

Su expresión era tranquila mientras la miraba con el rabillo del ojo. "¿Razón?".

Melanie apretó los puños y dijo con los dientes apretados: "Ya he tenido suficiente de esta vida. Es así de simple”.

Alejandro se burló. “En el pasado, nadie escuchó mis súplicas cuando dije que no quería este matrimonio. Ahora, ¿se supone que debo aceptar que estás cansada y dejarte ir? Dame una mejor razón. Hazlo más creíble. Te concederé el divorcio si puedes darme una razón convincente".

Melanie tembló cuando dijo: "Primero, todavía estás pensando en Tiffany. En segundo lugar, no me tratas lo suficientemente bien. Siempre ignoras mis sentimientos y estoy completamente decepcionada de ti. Por último, me niego a dejar que mi hija crezca en una familia sin amor. Los dos nunca podremos brindarle la familia que se merece. No veo ningún futuro para ella si estamos juntos. ¿Es suficiente?".

Las palabras de Melanie fueron acusatorias y le perforaron los oídos. Alejandro no sabría lo mal que la había tratado si ella no le contaba esas cosas. Comenzó a darse cuenta de que ella había estado sufriendo en silencio todo este tiempo y finalmente se había roto. Tenía sentimientos encontrados mientras miraba sus ojos enrojecidos.

El cigarrillo seguía ardiendo entre sus dedos. En verdad, no quería el divorcio. No tenía una razón por la que no quería el divorcio, o más bien, se negaba a pensar en la razón. Si tuviera que encontrar una razón, sería porque se sentía algo feliz con el matrimonio en ese momento, incluyendo a la hija encantadora que tenía. Con todo, no encontró ninguna razón para divorciarse. Era cierto que Tiffany todavía estaba en su cabeza, pero era un hecho que no cambiaría incluso si se divorciaba de Melanie. Ya no tenía nada que ver con esa mujer que lo acompañó durante tres años. Después de un largo rato, finalmente dijo: "¿Por qué no volvemos a hablar cuando te hayas calmado?".