La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1402

Mark respondió mirando a Alejandro en silencio, su mente girando con pensamientos extraños incluso para él. Por alguna razón, de repente se le ocurrió que la infancia de Alejandro era incluso peor que la suya. Era un descendiente de Tremont tanto como lo era Mark, sin embargo, no fueron tratados por igual en absoluto.

Se trataba de una reparación de los Tremont, una que tardó mucho en llegar y que debería haberla hecho su padre. Mark decidió que iba a borrar una deuda que le había dejado su padre para que ya no le debiera nada a su medio hermano sin escrúpulos y corazón de piedra.

También hubo otro pensamiento que le decía a Mark que si su madre no hubiera orquestado ese accidente de avión, Ethan podría haber vivido un poco más, un poco mejor, incluso si nunca sería tratado como un hijo legítimo de los Tremont. En otras palabras, Mark podría no solo limpiar la deuda de su padre, sino expiar el pecado de su madre.

Cualesquiera que fueran las razones, incitaron a Mark a agarrar un trozo de tabla flotante y empujar a Alejandro sobre ella. Solo era lo suficientemente fuerte como para soportar el peso de un solo adulto.

En otras palabras, era el día en el que uno de ellos tenía que morir.

Alejandro sabía que empujarlo por la tabla flotante había agotado toda la fuerza que le quedaba a Mark y se estaba hundiendo rápidamente en el agua debido a eso. Alejandro, preso del pánico, agarró la mano de Mark y gritó: “¡No, sube aquí! ¡Yo me hundiré!"

Mark empujó la tabla tan lejos como pudo. "Los dos... tenemos familias... esperando que regresemos a casa... No importa si yo muero o tú mueres, esto es... una tragedia de principio a fin... Nosotros los Tremonts ya no te debemos nada, así que haz bien con esta vida... que yo salv... "

Una ola de frío se tragó su cuerpo junto con el resto de sus palabras.

Alejandro se salvó.

Mark pensó que iba a morir, pero vivió. En un estado nebuloso y semiconsciente, podía sentir un dolor agudo ardiendo en sus pulmones, pero estaba respirando aire. Cada respiración le producía un pinchazo en el pecho, pero podía sentir arena fina y grumosa debajo del cuerpo. Podía sentir cada grano moliendo contra su piel.