La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1434

Arianne ya no quería reprimir sus sentimientos por Mark. “Tampoco sé qué pasó exactamente. Todo lo que sé es que de repente me di cuenta de lo mucho que te amo. Es tan abrumador y fuerte, que siento: no, anhelo estar a tu lado en todo momento. Ni siquiera tenemos que hacer nada; solo mirarte es suficiente. ¿Pero sobre todo? Me mortifica la idea de que puedas desaparecer de repente, y luego recuerdo cómo casi sucedió, cómo desapareciste casi por completo de mi vida y de mi corazón... Se siente destruido. Siento un peso en mi pecho; no puedo respirar. Yo...yo me pregunto, Mark, ¿sabes cómo se siente eso?”.

Arianne no tuvo que esperar mucho, ya que la respuesta que esperaba llegó en forma de un beso rápido y firme.

Por supuesto, Mark la amaba de la misma manera que ella lo amaba a él; siempre lo había hecho. La amaba tanto que no podía soportar separarse de ella. ¡Todos los esfuerzos y trabajos que había hecho, solo para que ella se quedara! Solía ​​ser de un lado y él tuvo que recurrir a la intimidación y la fuerza para atarla. Pero ahora, ella quería quedarse con él por su propia voluntad. Ella finalmente lo amaba.

Los sentimientos que ella describe no le eran extraños. No, ¿cómo podían serlo, cuando los había albergado durante tantos, tantos años? Le tomó mucho tiempo, pero el amor de su vida finalmente compartía la plena intensidad y desenfrenada de su ardor. Nunca era demasiado tarde para que Arianne le correspondiera.

Para Mark, la larga espera había terminado.

Esta era la primera vez que todas las fibras del cuerpo de Arianne se relajaban. Ella le dio la bienvenida, complementó el baile de su lengua y saboreó la totalidad de su beso.

Besar a la persona que amabas era una experiencia maravillosa. Hacerlo con alguien a quien amabas sincera y genuinamente era aún más embriagador, al menos eso era lo que sentía Arianne. Ella estaba perdiendo rápidamente la cabeza en un trance brumoso; nada más le importaba a ella más que él.

Cuando empezaron a abrazarse, su corazón palpitaba en éxtasis.

...

Había algo en el aire de la tarde que inspiraba languidez en la gente.

Sylvain estaba felizmente tomando una siesta en su cama cuando el sonido del timbre lo despertó. Abrió la puerta y miró al repartidor con expresión turbia. "Uh, probablemente estás en la casa equivocada porque no recuerdo haber pedido nada para mí. ¿Qué hay dentro?”.