La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1459

Al escuchar eso, Mark se sintió inquieto. “Él acaba de salir de la cárcel. Los costos de alimentación y de manutención serían un problema, ¿cómo podría tener el dinero para salir del país? Los paquetes que le envió a Helen procedían de una dirección en el país. Incluso si los paquetes pudieran explicarse, su objetivo es Helen. Él sabe que Helen está en el país. ¿Por qué dejó el país? ¿No es extraño? ¿Estás seguro?”.

Henry negó con la cabeza. “No hay error. He encontrado registros de su salida del país, hace solo unos días”.

Mark se frotó la barbilla. “¿Se escapó al extranjero porque sabe que lo estoy buscando? Sería difícil rastrearlo si no está en el país. Me pregunto si encontró el dinero para salir del país. Los boletos de avión al País X serían demasiado caros para él en este momento. Hay toneladas de personas que golpearían a un hombre cuando está caído. ¿Quién le prestaría el dinero después de todo lo que le ha pasado? No sería una cantidad pequeña si se tienen en cuenta sus gastos diarios después de salir del país…”.

“A menos que alguien lo esté ayudando deliberadamente”, dijo Henry.

La pareja se miró el uno al otro cuando un sospechoso apareció en sus mentes. Sin embargo, ninguno de ellos expresaba sus sospechas.

Después de un tiempo, Mark le dijo a Henry que llamara a Helen al estudio. Sería mejor contarle a Helen todo sobre el asunto de Jean.

Henry salió cuando Helen entró en el estudio. Mark levantó la mano. “Por favor siéntate. Tengo algo que decirte, se trata de Jean Kinsey”.

Helen frunció el ceño, sintiéndose un poco incómoda. Ella se sentó en una silla a su lado. “Adelante”.

Mark bajó la cabeza. Él había logrado su objetivo. No había necesidad de hacer más preguntas. A Helen le resultaría más fácil averiguar de dónde había sacado Jean Kinsey el dinero para salir del país. Después de todo, Helen había estado con los Kinseys durante mucho tiempo. Ella sabía mejor que nadie de los Kinseys que quedaban en el mundo.

...

Helen regresó a su habitación y levantó a Aery, que estaba acostada en la cama. “¡Levántate, tengo una pregunta para ti!”.