La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 1863

Obviamente, Mark había hecho que sus hombres también vigilaran ese aeropuerto. Sin embargo, dado que era un aeropuerto de menor tamaño, no había muchos hombres colocados allí.

Antes de salir del coche, Mateo se puso un par de gafas de sol y una mascarilla. Por supuesto, también había preparado un juego para Arianne.

Como era de esperar, Arianne se negó a ponérselo y salir del coche. Sin embargo, Mateo ya lo había pensado de antemano y le entregó la jeringa y la droga a la anciana en el asiento del copiloto. “Yo me bajaré primero, tráela contigo más tarde. Ten cuidado”.

Luego de que Mateo salió del coche y entró al aeropuerto, el conductor tomó la jeringa luego de llenarla con la droga, lista para inyectarla a Arianne. Obviamente, ella luchó con todas sus fuerzas. “¡No me toques!”.

La anciana se trasladó al asiento trasero y sujetó con fuerza a Arianne. “Sra. Wynn, deje de luchar. De lo contrario, será usted quien va a sufrir si tengo que clavarle esta aguja. La droga solo le hará dormir por un tiempo; no habrá demasiados efectos secundarios ".

Lo que sorprendió a Arianne fue que la anciana era sorprendentemente fuerte a pesar de su avanzada edad, lo cual estaba completamente fuera de sus expectativas.

Con la anciana y el conductor inmovilizando a Arianne, pronto le inyectaron la droga en el brazo.

Arianne ignoró el inmenso dolor que sentía y continuó luchando, casi usando cada gramo de fuerza de su cuerpo. Cuando le quitaron la aguja, eso raspó la piel de Arianne y le hizo sangrar.

Cuando el conductor vio eso, comenzó a sudar. “Sra. Wynn, ¿puede darnos menos problemas, por favor? Si sigue comportándose así, ¿cómo se supone que le explicaremos al Sr. Rodríguez más tarde? Si insiste en comportarse así, ya no voy a tener cuidado con usted”.

Arianne escupió y dijo: “¡¿En qué se diferencian ustedes de los traficantes de personas?! ¡*mbelices!”.

Mateo sospechaba que los hombres de Mark lo habían descubierto, pero aun así le preguntó con un tono muy paciente: “¿Cuánto tiempo necesitas?”.

El personal reflexionó por un momento antes de dar un tiempo estimado. “Unos 20 minutos; hemos tenido el mismo problema recientemente, por lo que solo tomará un rato resolverlo. Espere un momento y lamento las molestias ocasionadas”.

Mateo levantó impaciente la muñeca para mirar la hora en su reloj. ‘Es demasiado tarde para ir a otro aeropuerto ahora, así que tendré que esperar 20 minutos incluso si no quiero. Mark no debería haberme encontrado aquí tan rápido. Incluso si lo hace, no es posible que esté cerca de manera tan coincidente y solo debería estar corriendo aquí con sus hombres ahora. Podré perder fácilmente a los pocos hombres colocados aquí por él’.

Sin embargo, Mateo había subestimado la eficiencia de Mark en la resolución de problemas. Justo cuando Mateo se dirigió al mostrador hace un momento, el personal ya había recibido la noticia de que Mark quería evitar que alguien volara.

Lo que fue aún más coincidencia fue que Mark estaba realmente cerca; ya había predicho que Mateo elegiría volar desde un aeropuerto más pequeño en lugar de dirigirse directamente al aeropuerto internacional con tanta audacia. En el momento en que Mark se enteró de que Mateo era el que había secuestrado a Arianne, instantáneamente dejó todo el trabajo que tenía en su oficina y personalmente se ocupó del asunto.