La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 188

La puerta se abrió al siguiente segundo y, como era de esperarse, apareció Mark.

Arianne bajó la cabeza con cierta culpabilidad. Sus mejillas estaban enrojecidas por su nerviosismo y su corazón latía salvajemente. Afortunadamente, Bola de Arroz no se movió.

Mark parecía estar de muy buen humor. Aunque no había nadie más, él seguía sonriendo e incluso le preguntó: "¿Te sientes incómoda en alguna parte?"

Arianne estaba tan nerviosa en ese momento que no podía preocuparse por las cosas desagradables entre ellos. "No, me siento bastante bien. Creo que estoy lo suficientemente bien como para volver a trabajar mañana", respondió suavemente.

Mark se disgustó. "Deja de bromear. Debes descansar al menos un mes en casa. No me enojes en el futuro. No es beneficioso para ti. ¿No puedes simplemente ... aprender a complacerme como otras mujeres?"

Arianne levantó la mirada para encontrarse con la de él. "¿Como quién? ¿Aery Kinsey?”

Su respiración se estancó y su rostro se desanimó. Se cambió de ropa y la ignoró. Arianne siempre lograba molestarlo, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Justo cuando Mark se había cambiado a su cómoda pijama y estaba a punto de ir a la cama, Arianne de repente apretó con más fuerza la manta y lo detuvo. "Um ... ¿P-puedes ... bajar y traerme algo?"

Aunque Mark no estaba muy feliz por eso, igual estuvo de acuerdo. "¿Qué necesitas?" preguntó débilmente.

“¡Yo ... quiero comer banana! ¿Puedes conseguirme una?” Arianne no tenía antojo de bananas, pero tenía que sacar a Bola de Arroz de ahí. Por lo general, Mark nunca descansaba tan temprano. Se había retirado al dormitorio temprano debido al cansancio del viaje de negocios. Arianne no pensó en esto.

Mark le dio una mirada extraña, luego se dio la vuelta y salió.

"La banana", le recordó.

"Uh ... yo ... yo ... no quiero levantarme ... solo déjalo ahí, comeré más tarde..." Ella le dio una razón al azar.

Sin embargo, Mark de repente se levantó y le peló una banana para luego llevársela a sus labios. “Cómetelo rápido y ve a dormir. Se está haciendo tarde. Todavía tengo una reunión mañana por la mañana".

Realmente no quería comerlo ... porque no tenía hambre. “¿Qué tal si tú te lo comes? No tengo ganas de comer en este momento".

Mark enarcó una ceja y luego le dedicó una profunda sonrisa. "Yo no como esto".