La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 221

El hombre permanecía en silencio.

Tiffany maldijo por dentro. ¿Por qué estaba actuando distante cuando vino a este tipo de lugar para divertirse? Ella todavía era nueva en esta industria. Ahora que la atmósfera se había vuelto incómoda, no sabía cómo debería proceder.

Recordó las enseñanzas de la señora de este lugar y supuso que el hombre frente a ella preferiría la clase más apasionada y juguetona. Al pensar en su billetera vacía y los 1,200 dólares que Lillian acababa de gastar esta mañana, apretó los dientes y se agarró del brazo del hombre. “¿Por qué está tan callado, señor? Lo siento. Acabo de empezar a trabajar aquí y todavía no soy buena complaciendo a los invitados. ¿Te gustaría llamar a algunas chicas más para divertirnos juntas?".

Sin embargo, Tiffany entró en pánico cuando el hombre agarró la mano que ella había puesto sobre su pecho. ¿Se había encontrado con un pervertido? Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, el hombre le soltó la mano y dijo: "¿Realmente estás tan corta de dinero?".

Tiffany se sobresaltó. No esperaba que el hombre resultara ser Jackson West. ¿Acaso él la siguió hasta aquí? ¿O casualmente vino aquí para divertirse? Tenía muchas ganas de encender las luces, pero eso solo haría las cosas más incómodas, así que decidió dejarlo. Después de recuperarse de su conmoción, ella respondió con calma: "Sí, estoy corta de dinero. No me digas que me seguiste hasta aquí. Si estás aquí para divertirte, lo tomaré como ganar dinero con un conocido y seguiré el juego sin sentirme incómoda. Si me seguiste hasta aquí, entonces deberías irte ahora”.

Jackson guardó silencio por un momento antes de decir: "No es necesario que pagues devuelta los $6,600. No lo deduciré de tu salario. De esa forma no es necesario que sigas trabajando aquí, ¿no? Hasta donde yo sé, tu padre falleció y Mark no te obligó a pagar sus deudas. Aunque el nivel de vida de ti y tu madre haya disminuido, no creo que debas esforzarte hasta este punto”.

El pecho de Tiffany se sentía apretado y la sensación la estaba sofocando. Ella no quería mostrar su peor lado a la gente, ni hablar de esas cosas deprimentes. Sin embargo, no podía soportar que le dijeran que era vanidosa. "¿Vanidosa? ¿Yo? ¿Cómo soy vanidosa? Solo me estás juzgando porque gasté $6,600 en la comida anteriormente, ¿verdad? Tienes razón. No merezco tener una comida así en mi situación actual, ¡y no tengo planes de volver a cenar en un restaurante de lujo! ¡Me estafaron porque mi mamá me organizó una cita a ciegas con un bicho raro! ¡Si fuera realmente vanidosa, me habría escapado con ese calvo estúpido!”.

Ella continuó con su diatriba: "Eres el hijo de la familia West. Por supuesto, no entenderías los sufrimientos de personas como yo, ¡y tampoco tengo ningún interés en hablar contigo al respecto! ¿Cómo me estoy degradando trabajando aquí? ¿Eres alguien mejor por buscar entretenimiento en este tipo de lugares? ¡No es como si estuviera ofreciendo servicios sexuales y acostándome con cualquiera! Solo tengo que beber hasta las dos de la madrugada todos los días. Si tengo suerte, puedo obtener más de $150 en efectivo. Estos pueden usarse para cubrir mis gastos de manutención y facturas de servicios públicos, ¿lo entiendes? ¡No estoy siendo vanidosa!".