La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 416

El hombre parecía hosco. “¿Cuánto has bebido?”.

Su voz sonaba familiar. Cuando miró hacia arriba, se quedó estupefacta. Era Jackson.

La revelación de sus actividades en clubes nocturnos cruzó por su mente. Se obligó a responder descaradamente: “¿Por qué? ¿El Sr. West está buscando diversión de nuevo? No he bebido demasiado. Ari me espera en nuestro asiento. Estoy regresando. Diviértete”.

Jackson no la soltó. En cambio, la arrastró a una escalera aislada: “Ya es bastante malo que hayas venido aquí, ¿pero incluso trajiste a Ari? ¿Qué crees que pasará si Mark se entera? ¿Son solo ustedes dos?”.

Tiffany lo apartó: “Así es, somos solo las dos. Estoy bastante segura de que Ari nunca ha estado en un lugar como este, ya que siempre ha estado con Mark. Ni siquiera ha experimentado uno de los mayores entretenimientos de la vida. ¿No es eso un desperdicio? De todos modos, ¿estás aquí para sermonearme? No voy a escucharlo. ¡Déjame ir!”.

Jackson se dio cuenta de que ella realmente había bebido demasiado, por lo que no discutió con ella. “Dejen de beber, las llevaré a las dos a casa”.

Ella le entrecerró los ojos. “¿Me estás dando órdenes? ¿Quién te crees que eres? ¡Yo no voy!”.

Él frunció el ceño. La oscuridad atenuó la luz brillante sobre ellos, pero no ocultó sus hermosos y elegantes rasgos. “¿No te propusieron matrimonio durante el día? ¿Por qué vienes a un lugar como este de noche? ¿Planeas divertirte un poco antes de asentarte? ¿O estás celebrando? ¿No le importa a Ethan que estés aquí haciendo todo esto?”.

Ella agarró sus solapas ante la sola mención del nombre de Ethan. “¿Estás tratando de ser un aguafiestas? ¡Le pedí que termináramos! Él insiste en que deberíamos casarnos en un mes, y todavía no estoy lista para casarme. Ni siquiera he reavivado los sentimientos que solía tener por él...”.

Su cuerpo se puso rígido. No importa cuánto tiró de ella, él no se movió en absoluto. Cuando la escuchó decir que no estaba lista para casarse y que no se sentía de la misma manera que antes, él dijo: “Tu vacilación demuestra que ya no quieres estar con él. Solo termínalo”.

Ella le soltó las solapas y se apoyó contra la pared. “¿Por qué estás tan preocupado por si rompo o no?". Ella preguntó con sarcasmo: “¿Vas a estar conmigo si rompo con él?”.

Un destello oscuro brilló en sus ojos tan rápidamente que Tiffany no lo notó. “Si lo terminas, estaré contigo”.

Ella no estaba exactamente borracha hasta el punto en que había perdido todos sus sentidos. Ella escuchó claramente las palabras de Jackson. De repente, descubrió que no podía mirarlo a los ojos. Su sonrisa también desapareció de su rostro. “Dijiste que te quedarías soltero y nunca te casarías”.

Él la empujó con fuerza contra la pared y besó sus labios rojos, regordetes y tiernos. Él había estado pasando el rato en este bar durante bastante tiempo y bebió bastante. Ya fuera por el alcohol o por un impulso reprimido durante mucho tiempo, él realmente quería hacer esto.

Ese beso no fue tan superficial como el anterior. Sus excelentes habilidades para besar la sometieron. Ella sabía que esto no estaba bien, así que trató de alejarlo. Sin embargo, gradualmente perdió su fuerza. Ella dejó de luchar y puso sus manos sobre su pecho.

La mano de Tiffany todavía estaba temblando. Trató de verter un poco de licor y terminó derramando la mayor parte sobre la mesa. “Na-nada… solo necesito un trago. Bebe conmigo”.

Dos horas después, Arianne se rindió. “No puedo hacerlo más. Voy a vomitar si bebo más... Tiffie, vamos a casa, ¿de acuerdo?”.

Tiffany todavía no tenía suficiente. Desde que Jackson la había provocado, se había pasado la borrachera. Ella necesitaba emborracharse. Sería mejor si pudiera emborracharse tanto que se olvidara de todo cuando se despertara a la mañana siguiente. “No quiero ir a casa todavía. ¿Espérame? ¿O te llevaré a casa primero y volveré?”.

Arianne estaba demasiado preocupada como para dejarla sola. “Olvídalo. Te esperaré”. Tan pronto como ella había hablado, la música se detuvo abruptamente y un grupo de guardaespaldas con trajes negros entró y revisó cada cabina como si estuvieran buscando a alguien.

Tiffany fue la primera en darse cuenta de que Mark había entrado. “Ari, tu hombre está aquí”.

Arianne se estremeció de miedo. “¡No bromees conmigo! Él no sabe que estoy aquí. ¡Solo le dije que volvería tarde!”.

Tiffany señaló a Mark que no estaba demasiado lejos. “No estoy bromeando. Está viniendo”.