La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 419

Ella se sentó a la mesa del comedor, su mente estaba llena de dudas. Llamó a Tiffany. Tiffany se quedó en el bar cuando se fue ayer. Aunque Jackson estaba allí, todavía estaba preocupada.

El teléfono sonó durante mucho tiempo antes de que Tiffany finalmente respondiera con voz apagada: “¿Qué pasa, Ari? ¿Por qué estás despierta tan temprano?”.

Arianne bajó la voz: “¿Temprano? Son más de las diez de la mañana. Me acabo de levantar. ¿Jackson te llevó a casa después de que me fui? ¿Cuánto bebiste?”.

Tiffany se sorprendió y permaneció en silencio durante mucho tiempo. De repente, todo lo que había sucedido en el bar volvió a ella. ¡Ella... se besó con Jackson! Ella lo sabía, ¡no había bebido suficiente! ¡Ella recordaba todo!

Arianne se preocupó al escuchar el prolongado silencio de Tiffany. “¿Qué pasa, Tiffie? ¿Paso algo?”.

Tiffany suspiró. “Nada, hablaremos cuando nos veamos la próxima vez. Hoy invité a Ethan a almorzar para tener una buena charla con él. Hablaré contigo más tarde, tengo que prepararme. Probablemente lo hubiera dejado plantado si no hubieras llamado”.

Una vez finalizada la llamada, apareció un mensaje en la pantalla del teléfono de Arianne. Era de Mark. Se sintió cautelosa cuando vio su nombre en el teléfono y casi se sobresaltó del susto. El mensaje era simple, solo preguntaba si estaba despierta.

Al principio, quería preguntar sobre anoche, pero estaba demasiado avergonzada. Al final, ella simplemente respondió con un sí.

Ella acababa de enviar el mensaje cuando él la llamó de inmediato. “¿Te acabas de despertar?”.

Parecía estar de muy buen humor, según su tono. Ella exhaló un suspiro de alivio. Al menos no estaba enojado con ella por ir al bar: “Sí, ahora estoy desayunando...”.

Él no colgó como solía hacerlo. Esta vez, continuó hablando: “Toma una comida ligera. Debes sentirte fatal después de beber tanto. Ven a la oficina más tarde si tienes tiempo. De todos modos, no tienes nada que hacer en casa, estoy seguro de que debes estar aburrida”.

Ella gruñó en respuesta antes de terminar la llamada. Se sintió molesta, odiándose a sí misma por ser demasiado cobarde para preguntar. Era solo una simple pregunta; ¿Usaron un condón anoche? ¿Qué era tan difícil de eso? Continuaría preocupándose si no aclaraba las cosas con él.

Poco a poco se dirigió a la Torre Tremont a las dos de la tarde, reflexionando sobre varias formas de preguntarle sobre la noche anterior. Ella tenía que preguntarle. Después de todo, ella no quería pasar por el dolor de un aborto espontáneo por tercera vez. Cuanto antes se enterará, antes podría tomar medidas preventivas.

Ellie le abrió la puerta de la oficina cuando llegó al piso cuarenta y seis. “El Sr. Tremont la está esperando”.

Ella asintió con una sonrisa y entró culpable antes de cerrar la puerta.

Mark estaba sentado frente a su escritorio, ocupado con el trabajo. Levantó la mirada y la miró cuando escuchó sus movimientos. Un toque de dulzura apareció en el espacio entre sus cejas. “Toma asiento primero. Estaré contigo cuando termine”.