La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 502

Henry no se conmovió. "El Sr. Tremont lo ha dejado muy claro, ambos tendrán que ir. Sr. Kinsey, su único delito es contratar matones para destrozar propiedad personal y emitir amenazas. Tu sentencia probablemente será bastante ligera. Sin embargo, su hija embistió deliberadamente su coche contra el coche de otra persona, lo que provocó que la víctima abortara y no pudiera tener hijos, por lo que no estoy muy seguro de ella. ¿Dejará su hija libre a las personas que la ayudaron a encubrirla? Bueno, todo depende de ella".

Jean abrió mucho los ojos. "¿No la encubrió Mark también?".

Henry frunció el ceño. "El Sr. Tremont es un hombre amable. Su amabilidad simplemente se debe al hecho de que su hija está un poco relacionada con la Sra. Tremont. El Sr. Tremont es una víctima después de todo. Se acabaron tus cinco minutos. ¿Le gustaría ir a la comisaría o lo solucionamos aquí?”.

Aery estaba completamente aterrorizada en este punto. Sin dudarlo, gritó: “¡La policía! ¡Entreguémonos a la policía!". Preferiría ir a la policía que enfrentarse a una consecuencia horrible y desconocida. Siempre podía pedir ayuda a Helen cuando llegaran a la comisaría. Era mejor que morir aquí. Independientemente de su animosidad actual con Helen, Helen seguía siendo su madre. ¡Se negó a creer que Helen la abandonaría y vería su vida arruinarse! Lo más importante es que Helen era una de las personas que la había encubierto. Si Helen se negaba a ayudarla, lo revelaría todo. ¡En ese momento, Helen no podría escapar tampoco!

Henry ya no dijo una palabra más. Envió al padre y a la hija a la comisaría antes de llamar a Mark. "Señor, los hemos enviado a la comisaría. Definitivamente no irán a la cárcel sin pelear y ciertamente le pedirán ayuda a Helen. Me temo que... Helen podría pedirle ayuda a la Señora Tremont...".

"No dejes que se pongan en contacto con Helen hasta que estén tras las rejas", respondió Mark sin rodeos.

Henry murmuró una respuesta y terminó la llamada.

...

En la estación de policía, Aery notó que los guardaespaldas se fueron justo cuando ella estaba a punto de dar su declaración, por lo que se negó de inmediato a dar una declaración. Ella pidió hacer una llamada telefónica.

La policía denegó su solicitud y dijo con apatía: “Nadie puede ayudarla ahora. Estoy seguro de que entiendes lo que quiero decir. Si se niega a permanecer en la cárcel de tres a cinco años, las consecuencias serán peores. Retráctese mientras pueda”.

Aery se sintió como un globo desinflado al escuchar esto. "Mark... ¡Has sido tan cruel conmigo todo por Arianne, una mujer que ni siquiera te ama! ¿Por qué me haces esto?... ¿Qué tiene ella que yo no? ¿Qué tiene ella que yo no tenga?”.

Nadie le respondió. Después de completar su transcripción, ella y Jean fueron colocados tras las rejas. Su juicio llegaría tarde o temprano.

Henry se apresuró a regresar a la capital una vez que todo estaba arreglado.