La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 555

Ellie se sorprendió. Mark había echado un vistazo a su meticuloso atuendo, pero no mostró ninguna reacción. Se sintió un poco decepcionada: "Está bien... me iré ahora mismo".

Cruzó la calle bajo el sol ardiente hacia el café. Ellie dejó escapar un suspiro de alivio cuando el aire fresco y refrescante del café la golpeó. Se acercó a Naya y dijo: "Dos tazas de té negro helado, por favor".

Naya notó el atuendo de Ellie con una sola mirada. Ella se quedó sin habla. Ella siempre había sido más modesta, pero podía aceptar vestirse con tirantes finos con pantalones cortos o una minifalda. Sin embargo, el atuendo de Ellie era mucho más atrevido que un simple top con tirantes finos...

"E-está bien...".

Naya se sintió un poco avergonzada. Estaba demasiado avergonzada para mirarla por mucho tiempo, a pesar de que ambas eran mujeres.

Tiffany, que estaba detrás del mostrador, escuchó la voz de Ellie y se dio la vuelta. Inmediatamente se molestó: “Tu ropa de trabajo ciertamente tiene personalidad. Encajarías perfectamente como estriptista en un club nocturno. Mark ciertamente tiene un gusto especial. ¿Todas las mujeres de tu oficina se visten así?".

Ellie movió su cabello con confianza: “Solo aquellas con una buena figura tendrían las agallas para vestirse así. Nuestro jefe no está muy preocupado, ¿no es usted un poco entrometida, Señorita Lane?”.

Tiffany puso los ojos en blanco. Rápidamente terminó de preparar el té negro y lo colocó en el mostrador de ventas: "No me inmuto. Que tengas un buen día”.

Tiffany irrumpió enojada en la cocina después de que Ellie se fuera: “¡Ari! La secretaria de Mark se pavonea a su alrededor vestida como una estriptista todos los días. ¿No estás preocupada?".

Arianne estaba asombrada. Según su impresión de Ellie, por lo general ella se vestía con ropa de trabajo seria. Realmente no podía imaginarla vestida de estriptista: "¿Estriptista? ¿Estás segura?", preguntó con curiosidad.

Tiffany arrastró a Arianne a la pantalla de la computadora y le mostró las imágenes de vigilancia: “Mira esto, ¿llamarías eso ropa de oficina? Su atuendo se parece mucho más a la actriz de la película Gatos. ¿Quién no sabría que tiene una buena figura? ¿Qué está tratando de mostrar? Incluso me ha dicho que solo aquellos con una buena figura tendrían las agallas para vestirse así, y que a su propio jefe no le importa, y que estoy siendo entrometida. Soy la mejor amiga de su jefa. ¿Por qué no debería importarme? Esta mujer está planeando algo perverso, ¿no es así?”.

Arianne miró fijamente la imagen de Ellie en las imágenes de vigilancia y creyó que Tiffany no estaba exagerando. El atuendo de Ellie era bastante atrevido: "Es un poco revelador... Pero de un vistazo, aún podría considerarse como ropa de trabajo. A Mark no le importa, así que a nosotros tampoco debería importarnos. Muy bien, Tiffie. Cálmate. Hay que volver al trabajo. No me importa". Luego volvió a la cocina, dejando a Tiffany echando humo por su cuenta.

Arianne arqueó la ceja y respondió: "Tengo las imágenes de vigilancia en mi tienda, ¿estás seguro de que quieres comprobarlo?".

Las comisuras de los labios de Jackson se crisparon. Inmediatamente se dio cuenta de que lo habían engañado: “No. ¡No me atrevería! Finge que nunca dije nada".

De vuelta en el edificio de oficinas, Ellie dejó el té negro helado en el escritorio de Mark, pero no se fue de inmediato. En cambio, sus ojos brillaron cuando preguntó: “Toma un sorbo y mira si el sabor está bien. Sé que el calor le ha estado molestando, así que agregué más hielo al té. Pero no estoy segura de si diluiría el sabor".

Mark recogió la taza y tomó un sorbo, sin mirarla en absoluto: "No hace tanto calor en la oficina, ¿verdad? No vuelvas a entrar en la oficina vestida así".

Ellie se sintió un poco avergonzada. Se apoderó de ella un instinto de retirarse, pero una pequeña voz en su cabeza le dijo que se mantuviera firme y que tenía que dar un paso más cerca. Esa era la única forma en que podía lograr su objetivo. Ya no era una mujer joven de poco más de veinte años y su vida estaba llegando a sus momentos finales antes del punto sin retorno. No podía esperar más. Se estabilizó, colocó ambas manos en el borde del escritorio de la oficina y se inclinó de una manera ligeramente atractiva para mirar a Mark. "¿Qué? ¿No te gusta esto?", preguntó ella de manera amorosa.

El cuerpo de Mark se puso rígido. Él levantó su mirada fría y distante y la miró fijamente: "Ellie, ¿sabes por qué has podido trabajar para mí durante tanto tiempo?".