La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 556

La mente de Ellie se quedó momentáneamente en blanco, seguida de una sutil ola de deleite. Probablemente fue porque se había desempeñado de manera sobresaliente en todos los aspectos, ¿verdad? Alzó la mano, se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja y preguntó con timidez: "¿Por qué?".

"Porque en el pasado, ponías todo tu enfoque en tu trabajo y nunca intentabas seducirme".

La expresión de Ellie cambió de inmediato. Ella rápidamente se enderezó: "Lo-lo siento...".

Mark se negó a darle una oportunidad: “Puede cobrar su liquidación en el departamento financiero. Considérate despedida. Incluso recibirá un paquete de indemnización bastante bueno".

Ellie no lo podía creer. Tenía más que decir, pero cerró la boca cuando miró fijamente la mirada helada de Mark. La realidad finalmente la había golpeado. Se las había arreglado para mantener este gran trabajo durante muchos años debido a sus propias capacidades profesionales, no a su buena apariencia. Ceder a intenciones tortuosas no solo le había hecho perder la oportunidad de lograr sus objetivos, ¡sino que también había perdido por completo una recompensa mayor!

Conocía muy bien a Mark. Después de trabajar tantos años para él, sabía que siempre había sido un hombre decisivo. Cuando salió del edificio de oficinas, arrojó todas las pertenencias personales que había traído consigo a la basura. Luego, entró en el café.

Tiffany pensó que había llegado para comprar más cosas para Mark. "¿Qué quieres esta vez?", preguntó irritada.

"Necesito hablar con Arianne", respondió Ellie con una expresión sin emociones en su rostro: "Me iré una vez que haya terminado".

Tiffany puso los ojos en blanco, llamó a la puerta de la cocina y dijo: "Ari, Ellie está aquí, te está buscando. Dice que tiene algo que decirte".

Arianne abrió la puerta y salió. Antes de que pudiera hablar, Ellie habló primero: “¿Podríamos hablar en otro lado? Es inconveniente aquí. Necesito hablar contigo en privado".

Arianne miró fijamente el calor sofocante del exterior y eligió la tranquila sala del personal: "Ven conmigo a la sala".

En la sala del personal, Ellie pasó directamente al tema: "Me han despedido porque traté de seducir al Sr. Tremont".

La sorpresa de Arianne se fue tan rápido como llegó: "¿Y?", preguntó con calma.

Ellie forzó una sonrisa en sus bonitos labios: “Solo quería darte algunas palabras de advertencia. Él se rebajó voluntariamente a esto: abandonó la capital y se mudó hasta este lugar podrido, todo por ti. Deberías estar agradecida. No esperes hasta que él haya perdido la paciencia antes de volver corriendo".

Jackson pronto terminó con su llamada. Llevó a Arianne a un lado cuando volvió a entrar: "Tengo que irme por un tiempo".

Arianne sabía que esto estaba relacionado con el asunto de su posible hijo secreto: “Ve y vuelve pronto. No hagas nada para cruzar la línea. Probablemente no sea mi lugar decir esto, pero necesito recordarte que controle a su pequeño soldado allí abajo. De lo contrario, seré la primera en castrarte".

“¿Qué crees que es esto? ¿Cómo es posible que todavía tenga la mente para pensar en este tipo de cosas?". Jackson exclamó impotente: "Eso es completamente imposible. Tengo que irme; ¡distrae a Tiffany por mí!".

Tiffany explotó cuando se fue, “¿Cuál es el significado de esto? ¿A dónde se fue? ¿Por qué no te lo dice? ¿Qué te estaba susurrando?

Arianne se armó de valor y explicó: "Algo le ha pasado a Eric. Tanya no podía lidiar con eso, así que tuvo que apresurarse. Su mejor amigo está en problemas, ¿por qué no entraría en pánico? Eric todavía está en el hospital, nadie quiere que le pase nada. Muy bien, tenemos mucho trabajo por hacer. Deberías concentrarte en producir esas bebidas. Ni siquiera has comenzado con la limonada para la mesa ocho. ¡Date prisa!".

Puede que Tiffany se sienta nerviosa, pero se calmó cuando escuchó que algo le había sucedido a Eric.

Después de salir del café, Jackson fue inmediatamente a ver a Mark en el edificio de oficinas. Cogió las llaves del coche y se marchó. Acababa de recoger el coche cuando la mujer volvió a llamarlo sollozando: “¡Por favor, apúrate! Hazlo por nuestro hijo. Por favor, date prisa, ¿de acuerdo? No conozco a nadie aquí y está enfermo. No sé qué hacer. No tengo más remedio que buscarte...".