La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 843

El bebé tuvo que ser dejado al cuidado de Mary una vez que el grupo llegó al hotel, ya que se necesitaba a Arianne y Mark para caminar y saludar a sus invitados.

La recuperación del embarazo de Arianne fue bastante sorprendente. Hoy, lucía un hermoso vestido blanco adornado con algunos toques artísticos de negro; abrazaba el cuerpo lo suficiente como para mostrar cada ventaja y curva de su contorno. Si Mary, sosteniendo a su bebé, no hubiera estado al tanto de Arianne en cada paso, nadie hubiera sospechado que acababa de dar a luz.

La mayoría de los invitados eran magnates y personal de diversas empresas, y Arianne no conocía a ninguno. De cualquier manera, entendía las miradas implicativas que se reflejaban en los ojos que la seguían.

La boda de Mark con Arianne no había contado con una ceremonia espectacular. A pesar de que el matrimonio fue publicitado, la gente no podía evitar preguntarse por qué la esposa del famoso Sr. Tremont tendría tan poca atención y esplendor. Sin embargo, ahora que nació el bebé, de repente, la familia organizó una fiesta ostentosa en honor al bebé.

A Arianne no le importa lo que ellos pensaban. Con su brazo enganchado alrededor del de Mark, ellos recorrieron el lugar, ella con una sonrisa practicada plasmada en su rostro. Cuando terminó su deber, se apresuró a correr hacia sus amigos.

Tiffany y Tanya habían llegado hace mucho tiempo; Jackson y Eric también. Por supuesto, Eric vino con su novia, Vicky. Pero incluso cuando los hombres se reunieron a un lado para hablar de negocios mientras las mujeres formaban su grupo, charlando sobre la última tendencia de moda, Vicky se destacaba por estar cerca de Eric en todo momento en vez de unirse a las chicas.

Tiffany se lanzó hacia adelante tan pronto como sus ojos se posaron en Arianne. Ella tomó el bebé en sus brazos tomándolo de Mary y comenzó a elogiarlo. "¿Ves? Ya te lo dije, si lo bañas con un poco de amor, ¡se convertirá en un niño pequeño pero guapo! Él es inesperadamente más oscuro que sus padres, claro, pero esos rasgos faciales — ¡oh, son idénticos a los de Mark! ¡El molde está hecho, Ari! Entonces, ¿cuál es el nombre de la pequeña dulzura? ¿Has escogido uno todavía?”.

El tema del nombre del niño le recordó a Arianne su ridícula historia de origen. Inmediatamente después de su parto, mientras aún descansaba en la sala del hospital, Mark le había preguntado si a ella le gustaría nombrar al niño. La cuestión era que el nombre del niño debía conocerse inmediatamente después del parto a efectos del certificado de nacimiento. En otras palabras, el nombre del bebé ya estaba establecido y Arianne nunca tuvo la oportunidad de escogerlo.

Parecía que Mark solo le estaba preguntando porque le preocupaba que si él no lo hacía, ella podría pensar mal de un proceso de nombramiento sin el aporte de la madre. Cuando Arianne resultó estar demasiado agotada para pensar en un nombre — sin sorprender a nadie — ella le había dicho a Mark que lo hiciera él mismo. Y así, hasta hoy, se le reveló el nombre de su hijo: Aristotle Tremont.

Tremont — ese era el apellido heredado de Mark. Entonces estaba Aristóteles, el nombre del renombrado filósofo y erudito griego cuyos loables logros lo convirtieron en una estrella brillante sin igual para muchos. Pero más importantemente, el nombre de Arianne también estaba oculto ahí.

En ese momento, Tanya sacó una pequeña caja roja en su mano. "Ari, este es un pequeño regalo que he preparado para el niño. Yo, eh, espero que no lo tomes mal — ".

Antes de que Arianne pudiera decir algo, Tiffany salió de su ensueño y empujó a Aristóteles de nuevo a los brazos de Arianne. Rápidamente ella sacó su propia caja roja y gritó: "¡Yo también compré algo!".

Con las manos ocupadas con el bebé, Arianne no podía recibir los dos regalos a la vez. Instintivamente, extendió su mano libre hacia la de Tiffany. "Muchas gracias"

Automáticamente, el regalo de Tanya fue recibido por Mary.

Nadie notó el ligero cambio en la expresión de Tanya. Puede que no era algo que Arianne hubiera hecho intencionalmente, pero la parcialidad era lo suficiente para grabar otra marca en el corazón inseguro de Tanya.