La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 925

El Sr. Harris estaba cada vez más molesto. "¿Por qué? Siempre hemos sido los cuidadores de la anciana. ¿Pero nos dio algo al final? ¿Viste la expresión en el rostro de Arianne? Ella nos ha repudiado como parientes, solo porque somos pobres. Los Tremont tienen más que suficiente dinero, pero todavía quieren la Mansión Wynn. ¿Quién sabe lo que ella está pensando? Ella es una mujer y está casada. Así que supongo que tendremos que cambiar el nombre de la Mansión Wynn en el futuro. Esa mansión debería pertenecerle a Harvey. Dándole la Mansión Wynn al asesino de su padre. ¡Qué idea más increíble!".

Harvey se sintió asco por sus padres cuando escuchó todo esto. “¿Vas a dejar de hablar? De todos modos, todo en la familia Wynn debería pertenecerle. Dejemos de lado el hecho de que hemos estado cuidando a la abuela todos estos años. Si mal no recuerdo, le has estado pidiendo mucho dinero a mi cuñado, ¿no es así, papá? ¿Al menos unos cientos miles? Mamá y yo no hemos visto ni un centavo. Ya están siendo extremadamente amables. Deja de ser tan codicioso".

Zoey no estaba enterada de esto. Ella se sorprendió. "¿Qué dijiste? ¿Es esto cierto? ¿Cuánto dinero te ha dado Mark?”.

Su esposo se frotó la nariz, sintiéndose culpable. "¿No nos estábamos divorciando en ese momento? Por esa razón, no quería decirte... Ya no hay dinero. Lo he perdido todo apostando... Me engañaron. No puedes culparme...".

Zoey estaba tan furiosa que casi se derrumba. "¡Idiota! ¡Maldito desvergonzado! ¿Cuánto era? ¡Dime!".

Harvey no se molestó en discutir con ellos. Miró con impaciencia los números decrecientes en el elevador. Cuando se abrieron las puertas, él se fue sin decir una palabra más. Estaba avergonzado de sus padres, pero no tenía otra opción. Tenía sus propios sueños y ambiciones. Cuando vio a Arianne, solo había una cosa en su mente - quería ser como ella y Mark, tener dinero y poder. De esa forma, podría hacer lo que él quisiera. De lo contrario, solo sería obligado a agacharse y raspar por el resto de su vida.

Mark le abrió la puerta del coche a Arianne cuando salieron del hotel. "¿Te vas a casa? ¿Quieres que Brian te envíe a casa?”.

Arianne llevó a Aristotle a la parte trasera del coche y asintió. “Sí, llévame a casa. Hace demasiado calor. No quiero caminar. Además, el bebé está conmigo".