La Reina Top tras su Renacimiento romance Capítulo 39

Los profesores del departamento de pintura al óleo de la Universidad San Cascada se levantaron de golpe.

¡Tenían los ojos llenos de asombro y conmoción!

En la pintura se podía ver los ríos caudalosos Amazonas y Orinoco, las montañas andinas y la meseta de la Patagonia ondulantes, también había una figura solitaria, estaba vestida con un poncho, mirando hacia la distancia en silencio con la mano levantada y expresando su reverencia por la tierra.

Él ya era mayor, tenía la espalda encorvada, y la mano que hacía el saludo militar estaba arrugada, pero firme.

Era como si estuviera saludando a los ríos que una vez protegió y a los camaradas con los que luchó codo a codo.

Los ojos del abuelo Mora se humedecieron.

Él fue militar y estas cosas siempre le tocaban el alma.

De repente, le trajo recuerdos de sus años de gloria y de sus hermanos caídos en batalla, pero también despertó la pasión ardiente en su corazón.

El lugar se quedó en silencio por casi un minuto completo hasta que la gente empezó a reaccionar, luego aplaudieron y aclamaron.

"¡Ah, increíble! ¡No es de extrañar que esos viejos pintores se peleen por ella! ¡Anuncio que desde ahora Vanessa es mi diosa!".

"Mi abuelo fue soldado y lloró al ver esta pintura".

"Vanessa es la chica que dio la conferencia esta mañana, ¿verdad? Es hermosa, habla inglés muy bien y encima pinta increíble. ¿Por qué la hiciste tan perfecta, dios?".

"¿Soy el único que piensa que no parece algo que Vanessa podría haber pintado? No sólo por los colores audaces y vibrantes, sino por el estilo de pincelada, simplemente no parece de una chica joven".

En el lugar.

Los ancianos todavía estaban peleando por ella, ninguno quería rendirse, sólo el Sr. Jairo permaneció calmado en el estrado.

Hmpf.

¿De qué servía pelear?

¡La niña Vanessa era su pequeña aprendiz!

Ya le habían pedido a Vanessa subir al estrado para recibir su premio.

Alma vio a Vanessa en el estrado con toda la atención puesta en ella y supo que era el momento.

Quería verla subir alto para que la caída fuera aún más dura.

"Y ahora, el primer lugar en la categoría de pintura al óleo en este festival de arte es para Vanessa...".

"¡Espera!".

Alma se levantó de golpe e interrumpió al presentador.

El presentador quedó desconcertado y todas las miradas del auditorio se dirigieron hacia ella.

"Vanessa, ¿todavía no te arrepientes?". Alma soltó una risita burlona: "¡Entonces no me voy a quedar de brazos cruzados! Señores jueces, queridos profesores, resulta que la obra de Vanessa es un plagio de la de mi maestro, el famoso maestro de pintura al óleo, Ubaldo".

Dicho eso, Alma levantó su celular y abrió su chat con Ubaldo.

"Miren todos, mi maestro me dijo hace quince días que estaba trabajando en una pieza. Anteanoche me mandó la versión final, ¡y es idéntica a la que Vanessa está mostrando ahora! ¿Si esto no es un plagio, entonces qué es?".

Los jueces y profesores que estaban en el jurado se inclinaron a mirar.

En la pantalla había una imagen.

Y esa imagen era igual a la obra premiada de Vanessa de ese día.

Fue entonces cuando las expresiones de muchos cambiaron.

Era idéntica, ¿acaso Vanessa realmente había plagiado?

"Sr. Jairo, usted siempre ha sido justo y estricto, seguro que no permitirá que algo como un plagio pase desapercibido justo frente a sus ojos", dijo Alma con una convicción ardiente en su voz mientras miraba al Sr. Jairo. Sabía que lo que más despreciaba el Sr. Jairo era el plagio y exponiéndolo así, quizás incluso podría ganarse su favor.

El Sr. Jairo primero miró a Vanessa y luego dijo: "No está permitido".

Luego, con un gruñido que dejó su opinión en el aire, preguntó: "Tu nombre es Alma, ¿verdad?".

"¡Sí!". Al ver que él había mencionado su nombre, Alma se llenó de alegría.