A la mañana siguiente llego bastante temprano a la oficina, hoy a mi auto le ha dado la gana de encender, espero que mi jefe llegue temprano y me explique peculiares son las carpetas que vamos a preparar para la junta del día siguiente, enciendo el computador y abro algunos archivos para hojear un poco lo que tal vez se pueda necesitar
— Buenos días señorita — dice mi jefe, con una mala actitud, que apuesto ni el mismo se aguanta
— Buenos días, señor
— Tráigame a mi oficina un café, negro, con una cucharada de azúcar — Me ordena
— ¿Qué por favor qué? — digo en voz baja
— Hoy no estoy para sus juegos, haga lo que le pido ya — me grita furioso
Yo no sigo respondiendo él se ve realmente mal y sé que pudimos terminar peor si abro mi linda boquita, así que hago lo que me pide a los pocos minutos tocó a su puerta y paso a dejarle su café
— ¿Por qué te ha quedado viuda? — me suelta de la nada
— ¿Perdón que ha dicho? — hago un gesto de este no es tu problema
— Lo que ha escuchado señorita, o debo pensar que usted es tan lenta que le cuesta procesar la información
— Por mi usted puede pensar lo que quiera señor, otra cosa no me gusta hablar de mi vida personal, si tanto le importa averígüelo por su cuenta
— Por lo visto a usted no la enseñaron a respetar, ¿Olvida con quién está hablando?
— Jamás lo olvidaría, pero usted podrá ser mi jefe, pero mi vida privada es mía y con usted no la pienso compartir
Él se levanta de su silla y pasa detrás de mi escucho cuando cierra la puerta, mi cuerpo comienza a sentir esa rara sensación, pero el detonante es cuando comienza a hablarme al oído
— ¿Por qué es usted tan contestona?, Voy a pensar que sus padres no le dieron unas cuantas palmadas en el trasero — me dice
— Creo que lo mejor es que salga de aquí señor
— Dices que el miedo no es el mejor compañero, pero tú lo estás sintiendo en este momento
Siento el calor de su respiracion, mis piernas se han quedado paralizadas, sin duda a este hombre le gusta jugar con fuego
— Usted a mí no me da miedo ni prendido en llamas— le respondo con chulería
— Tu cuerpo en este momento te está delatando, tal vez sea yo quien te de unos buenos azotes para que aprendas a respetar
Al escuchar aquello vuelvo a la realidad, mi estimado se revuelve al recordad las palabras que me dijo Saúl antes de golpearme, así que sin más me doy la vuelta rápidamente y en un movimiento brusco lo recuesto contra la puerta
— Que sea la última vez que usted insinúa tal cosa, jamás volvería a permitir que ningún hombre me ponga un solo dedo encima— le digo llena de rabia, mientras una lágrima sale por mis ojos
Veo que él se ha quedado totalmente descolocado, aprovecho el momento y con fuerza lo aparto de la puerta y salgo corriendo al baño, Luciana me ve pasar y sé que quedará pensando lo peor, al llegar al baño me encierro he intento tomar el control de la situación, no entiendo porque a estas alturas del partido esos malditos recuerdos regresaron a mi
En su oficina Robert había quedado totalmente fuera de base, ¿Por qué ella había reaccionado así?, él le había hablado en el sexual, de otra manera no sería capaz de tocarla, su madre le había enseñado que a las mujeres no se les golpeaba ni con el pétalo de una rosa, ¿Estaría pensando que él era un maltratador?
Pasadas las nueve de la mañana el señor Dimas pasa por mi lado y me saluda, él se ve que es una buena persona
— Buenos días señorita, anúncieme con su jefe por favor
— Buenos días señor, ya lo anunció
— ¿Te sucede algo?, Veo un poco hinchados tus ojos — me dice que preocupé
— Estoy bien señor, solo tengo un poco de alergia
— Lo entiendo
Yo asiento y al mismo tiempo llamo a mi amarga tentacion
— Buenos días señor, el señor Dimas está aquí afuera
— Hágalo pasar señorita
— Perfecto
— Gracias — me dice de manera bastante brusca
Yo cuelgo el teléfono, me sabe a caca lo que pueda estar pensando, ¿Qué se ha creído?, Claro como está acostumbrado a jugar con todas las mujeres también quiere hacerlo contigo, pero está bien equivocado, para conquistarme se necesita más que una cara bonita
—Siga señor Dimas
— Gracias Corina, eres muy amable — me dice y pasa a la oficina del CEO
Luciana al ver que su jefe está con el mío se acerca y me pregunta si me sucede algo, yo le doy la misma respuesta que le he dado a Dimas, detesto dar tantas explicaciones, tal vez si están preocupados, pero eso me agobia mucho más , ella al ver que no tengo muchas ganas de hablar regresa a su puesto de trabajo, sé que no es su culpa y tampoco merece que yo esté a la defensiva pero en momentos como este lo que más me apetece es estar sola
El teléfono de la oficina suena y es mi jefe que quiere que les lleve dos cafés, una vez los sirvo paso a su oficina, los escucho hablar y por lo visto hay problemas, de repente Dimas dice que necesita un traductor que hable inglés y mandarín , al oírlo no puedo aguantar mi lengua y le respondo
— Señor Dimas, disculpe la intromisión, pero si necesita un traductor yo le puedo ayudar
— ¿De verdad Corina? — me pregunto este sorprendido
— Si, hace unos años atrás tuve la oportunidad de hacer uno que otro curso de español, mandarín y francés
— ¡Guau! Esto es increible
— Pero en su ficha de empleo no dice eso señorita — dice el CEO de la empresa
— Lo sé señor, es que si colocaba todo lo que seguramente no me daría el trabajo
— Ella tiene razón Robert, déjala en paz, no la ataques
— Omitir la información tampoco es buena Dimas y lo sabes
— Si lo sé, pero fíjate Corina nos puede ayudar con Li Yu y su esposa
— Tienes razón — responde el y se coloca su mano en la barbilla
Los dos me miran con curiosidad y por supuesto ellos no saben a dónde quiero llegar, la verdad me importa poco la vida personal de mi jefe, además por lo que he visto en internet lo que menos le faltan son mujeres
— No me gusta hablar de mi vida personal señorita
— No es que me importe su vida señor o tenga algún interés en usted, pero si quiere mi opinión en lo referente al proyecto debo hacerle una sola pregunta
Él se queda pensando y Dimas lo incita a aceptar
— Una sola pregunta personal le responde
— Bien, ¿Tiene usted alguna relación de pareja? — le suelto y sé que pegará el grito al cielo
— ¿Qué clase de pregunta es esa, no lee usted las revistas de chismes?
— No señor, no es mi estilo y la verdad solo leo cosa que sean de mi interés y precisamente usted no entra en mis gustos preferidos
Escucho un ¡Ohhhhh! Que sale de la boca de Dimas, la cara de mi jefe cambia de color, sé que nuevamente me pasó y antes de que la bomba explote debo explicar porque hice esa pregunta
— No lo tome a mal, si quiero saber eso es porque usted ha dicho que la esposa del señor Li Yu busca negociar con personas que tengan una buena estabilidad personal y por lo que veo usted no entra en ese lote, así que si lo evalúa si se enfrenta le lleva un gran trecho por el simple hecho de estar comprometido, cosa que me parece realmente absurda porque cada quien hace un saco y se mete, pero si esa es una de las exigencias del cliente usted debería ir pensando en cómo resolverlo
Al escuchar la cantidad de cosas que ella había dicho de manera tan acertada los dos se quedaron con la boca abierta, ella sin duda estaba en lo cierto, pero en los planes de Robert no estaba el tener algún compromiso con alguien, por el contrario, amaba su libertad y poder hacer lo que le viniera en gana
— Corina tiene toda la razón, Pero ¿qué podemos hacer?
— Es esto señores, el CEO de la empresa debe mostrar una vida llena de estabilidad, son miles de millones los que estarían en juego y por lo visto ellos quieren que su dinero esté en las mejores manos, no en un hombre que todos los días amanezca con una mujer distinta
— Entonces esa será su tarea señorita, debe conseguirme una esposa — me dice
- ¿Yo? — le pregunto sorprendida
— Es broma ya me encargaré de ello, aunque siendo sincero su idea no me gusta, me parece algo descabellada
— Descabellado perdería tanto dinero señor, su empresa se ha mantenido en el mercado estable por más de un año y medio y en el caso de que la competencia sea quien gane la licitación lo aplastarían, antes de venir aquí estuve investigando y aunque usted está muy por encima quedaria desplazado
— Eso jamás, tenga lo que tenga que hacer debemos ganar la licitación
Voy a responder cuando el teléfono móvil de Dimas suena y él nos pide un momento para contestar, así que sale del lugar
Robert se sintió rematadamente atraído al ver a Corina en un ámbito distinto al que había mostrado antes, sin duda la chica era más buena de lo que había pensado, pero necesitaba saber más, así que lo mejor era esperar el informe que debía darle Harold en la tarde
¡Dios! Que tentación tan grande me produce este hombre, el no se imagina lo increíble que se ve cuando se coloca sus dedos en la barbilla para pensar, sin duda es una amarga tentación, los dos seguimos callados, hasta que Dimas entra nuevamente y seguimos conversando del próximo proyecto
Dos horas después el CEO da por finalizada nuestra reunión, al salir de nuevo a mi puesto de trabajo veo que Luciana me mira de una manera extraña y luego baja la mirada, si esto sigue así me ganaré unos cuantos enemigos en este lugar
Luciana que había escuchado lo que hablaban los directivos de la junta había sentido muchos celos, porque en el tiempo que llevaban trabajando allí pocas veces la habían tomado en cuenta para las juntas directivas, ¿Acaso esa chica nueva es mejor que yo? Se pregunto varias veces, ahora veía a Corina con otros ojos y si seguia amor ese camino haría de su vida una gran pesadilla
Corina ajena a los pensamientos de esta, paso por su lado y le sonrió, Luciana le devolvió la sonrisa y se dijo a sí misma la gran frase “al enemigo debemos tenerlo cerca” …

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