Cuatro dias despues…
Llego el gran sábado, solo faltan horas para decir que he cumplido una semana completa en esta empresa, mi jefe se ha ausentado los dos últimos días, por lo que me ha dicho se había sentido bastante mal y le ha tocado trabajar desde casa, para mí mejor, porque desde el día en que estuvimos reunidos ya nada volvió a ser como antes le he visto más tranquilo y hasta podría decir que me mira de manera diferente, pero yo me mantengo en mi postura, trato en lo posible de estar lejos de él, en los días que él estuvo en su oficina por aquí han pasado un arsenal de mujeres, por lo que entendí la última vez que hablamos él y el vicepresidente de la empresa se han propuesto buscar una novia o esposa por contrato, yo he prometido guardar silencio y de hecho no lo he comentado ni siquiera con mi mejor amigo, sé que es algo bastante delicado y tampoco me corresponde hablar de ello, porque es algo que no me pertenece, solo espero que esos dos estén haciendo lo correcto, porque estuve investigando y si ese negocio se llegará a caer en manos de la competencia vendrían para está cambios nada favorables
Por otra parte, más de uno en este lugar me mira con cara de odio y me han hecho uno que otro desplante, incluyendo a Luciana que se ha convertido en una gran piedra en mis zapatos, cosa que aun no entiendo porque, a principio fue tan amigable, también he conocido personas muy amables como Luka y Cindy, ellos pertenecen al departamento de contabilidad y me los ha presentado la chica que me entrego los uniformes a principio
Suena mi móvil y al ver la pantalla es Richard quien me está llamando
— Hola mi ángel, ¿Cómo está todo?
— Hola mi chica adorada, muy bien ¿Y tú?
— Bien, en el trabajo, queriendo que ya se haga la hora de irme a casa
— Estás aburrida porque el Adonis no está en la empresa, que terrible eres cariño
— Jajaja, ¿De dónde sacas eso?
— Te conozco, pero no te llamaba para eso
— Mmm, interesante, ¿Qué sucede?
— Quiero que me acompañes a un restaurante que será inaugurado está noche, allí trabaja un chico que me ha invitado, es el chef del lugar y por lo visto está interesado en mi
Me quedo de piedra al escuchar eso, es la primera vez en mucho tiempo que Richard quiere salir y conocer a otro hombre que no sea Christopher, ni queriendo le diría que no, pero si quiero molestarlo un poco
— Ufff, con el cansancio que tengo no creo que pueda cariño
— ¡Por favor! Nunca te pido que salgamos, ¿Cuándo fue la última vez que salimos a comer ?
— No lo recuerdo, pero sé que hace bastante tiempo
— Por eso, así que acompáñame hoy
— Jajaja, estaba bromeando, por supuesto que te acompaña mi ángel
— ¡Siiii! Gracias, gracias — grito eufórico
— ¿Pasarás por mí a casa? — le pregunto
— Si, pasaré a recogerte a las siete y treinta, ¿te parece?
— Genial, si es una buena hora hoy salgo que trabajar a las cinco, así que tendré tiempo para arreglarme
— Perfecto, un hermoso vestido estaría muy bien
— Está bien, sacare algo bonito del baul de los recuerdos
— Se que lo harás, avísame cuando estés en casa mi chica adorada
— Te avisare
Sonrió como boba mirando el móvil, me da mucha alegría que mi amigo del alma quiera hacer cosas distintas, recuerdo que antes de que el estuviera con Christopher saliéramos de paseo, una que otra vez de fiesta, a tomar algún trago, aunque soy el ser más mala copa del universo, solo con tomar uno o dos tragos ya todo comienza a darme vueltas
Cuando llega la hora de salida yo recojo mis cosas y camino hasta donde están los ascensores, por lo que he visto los días sábados no son muy concurridos en el lugar, estoy esperando para bajar cuando aparece Luciana, ella comienza a hablar por su móvil y escucho claramente cuando dice, “por ahí hay más de una trepadora, que quiere dejar sin puesto a más de uno”, no doy crédito de lo que escucho, ella está teniendo celos profesionales, siento la necesidad de pararme frente a ella y decirle unas cuantas cosas, pero mejor no mal gasto mis energias en una persona tan insegura como ella, para mi desgracia y para la de ella bajamos juntas en el ascensor, en planta baja se encuentra con un grupo de secretarias y estas al verme tambien empieza a murmurar , estas cotorras estan buscando lo que no se les ha perdido,si me siguen buscando me olvidaré de las benditas energías y las mandaré directo a la mierda y como soy una pesada cuando me buscan me detengo frente a ellas y me despido con toda la amabilidad del mundo
— Buenas tardes señoras, que tengas una feliz tarde y un próspero día de descanso, que les sirva para seguir afilando sus lenguas — sonrió y me marcho al parqueadero, eso es para que aprendan a respetar, se han quedado a cuadros con lo que he dicho
Jajaja, jajaja
No hay duda de que cuando quiero puedo ser la peor
Abro mi auto y por suerte enciende, mañana lo debo llevar a revisar, cuando estoy a punto de salir veo a lo lejos que el grupo de cotorras vienen murmurando y apuesto que yo soy el tema de conversación, así que para ponerle más el dedo en la herida les paso por un lado y toco la corneta de mi carro
Jajaja, tomen por chismosas
Media hora después estoy en mi casa, al llegar me quitó los zapatos altos, siento que me están matando
— ¡Dios! Que gustito, es quitarse todo — Digo en voz alta
Me tiré en mi adorado sillón y le aviso a Richard que ya estoy en casa
<Ya estoy en casa mi ángel >
corina
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Matrimonio por contrato con el CEO más deseado