Mi Ex-esposo Se enamoró de mí Después del Divorcio romance Capítulo 103

En la otra parte, en la mesa, la ausencia de Teresa y Celia dejó varios asientos vacíos.

Julio giraba un anillo de jade en su pulgar, con sus ojos afilados observando a su alrededor. Conocía bien al viejo: si se interesaba por algo, haría lo que fuera para conseguirlo, incluidas las mujeres. No podía ser tan sencillo que Víctor dejara escapar a Luna. Se sentía algo molesto y también intrigado. Pero no podía desafiar al viejo, después de todo, la fortuna de la familia Fernández aún no estaba en sus manos, así que solo podía aguantar.

Miró de reojo a Leandro, que parecía impasible, como si no estuviera tan interesado en Luna. Eso le resultó un poco desconcertante. Pero no era de extrañar; los hombres, una vez que han tenido lo que quieren, a menudo se desinteresan, y Leandro no era la excepción.

—Leandro, este plan es mejor de lo que esperaba. Parece que podemos esperar buenos beneficios. El proyecto es bueno, los beneficios superan mis expectativas. Tienes buenas habilidades como mi yerno.

Víctor, reclinado en su silla, lucía satisfecho. Dado que la fecha de la boda ya estaba fijada, no dudó en llamarlo directamente "yerno".

—En todos estos años, ninguno de mis proyectos ha tenido pérdidas, a diferencia de algunos. Ser optimista no significa tener verdadero talento; hay que demostrarlo con resultados. Si no puedes ofrecerlos, es hora de trabajar en tus habilidades —Leandro giró suavemente su copa de vino, esbozando una sonrisa burlona.

Estas palabras no sentaron bien a Julio. Él había tomado varios proyectos de la familia Fernández, y todos estaban en pérdidas, lo que explicaba su falta de voz ante el viejo. Leandro lo estaba ridiculizando abiertamente por su ineptitud. Apretó los dedos, escondiéndolos bajo la mesa, sintiéndose consumido por la rabia.

—¿Por qué no he visto a Diego esta noche? —Leandro miró a su alrededor con un gesto despreocupado.