Mi Ex-esposo Se enamoró de mí Después del Divorcio romance Capítulo 367

Luna dormía de manera confusa, sumida en un sueño en el que parecía sentir unas manos acariciándola, desde el cuello, pasando por la cintura, hasta las pantorrillas, y finalmente deteniéndose en la punta de sus pies, lo que le provocaba una sensación de cosquilleo.

Su cuerpo se sentía caliente, como si la electricidad recorriera su piel. No sabía por qué sus labios parecían húmedos y pegajosos, una sensación placentera que la llevó a soltar suaves gemidos.

Al día siguiente, tras luchar en sus sueños durante un buen rato, Luna finalmente comenzó a despertar lentamente en medio de la tenue luz; había dormido lo suficiente.

El entorno era oscuro, y sentía una suavidad bajo su cuerpo. ¿Estaba acostada en una cama? Además, parecía haber tenido un sueño íntimo. Era tan real que la sensación aún persistía en su piel. ¿Cómo había podido soñar algo así? ¿Acaso hacía mucho tiempo que no lo hacía? Era increíblemente vergonzoso.

De repente, se sentó de golpe, recuperando la memoria. Anoche había estado con Sía, y después de que ella se durmiera, había esperado mucho tiempo. Al final, se había quedado dormida en la suite de Leandro.

¡Oh no! Su primera reacción fue destaparse. Se palpó el cuerpo, su ropa estaba intacta, todos los botones bien abrochados. Respiró aliviada; solo había sido un sueño, pero aún así, ¡qué tipo de sueño!

Sin embargo, algo no estaba bien. ¿Por qué estaba en la cama? Recordaba claramente que anoche se había quedado dormida en el sofá de la sala. ¿Cuándo había llegado a la cama?

Rápidamente buscó en la mesita de noche y encontró el botón de las cortinas automáticas, lo presionó.

A medida que las cortinas se abrían lentamente, el paisaje exterior se reveló poco a poco; estaba lloviendo. Las calles a lo lejos estaban limpias, el tráfico fluía y las luces rojas de los automóviles parecían perlas brillantes que se extendían hasta el horizonte.

La luz grisácea entraba en la suite, envolviendo todo en una atmósfera brumosa.

Luna miró a su alrededor y se dio cuenta de que efectivamente estaba en la habitación, vestida y sin zapatillas al borde de la cama, lo que indicaba que alguien la había llevado allí. ¿Acaso fue él?