Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo romance Capítulo 19

Resumo de Capítulo 19: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo

Resumo de Capítulo 19 – Uma virada em Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo de Internet

Capítulo 19 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Hombre lobo, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

••• Punto de vista de Amelia •••

Cuando abrí los ojos, vi a mis cuatro amigos y a Marcos, amigo de Ernesto, ya lo conocía y sabía que me odiaba, así que no le puse atención.

"Ernesto, ¿qué tan descarado puedes ser?", Nico gruñó y le dio un puñetazo al hombre en el rostro.

Ernesto no esperaba esta acción y recibió el golpe de lleno; se echó para atrás, mientras se limpiaba la sangre que le escurría de la nariz. Ya estaba a punto de devolverle el golpe a Nico pero vi que Marcos lo detuvo.

“Amelia, te pido disculpas por su comportamiento, él está tan borracho y por lo mismo no sabe lo que hace", la disculpa de Marcos en verdad me sorprendió.

Porque él me odiaba, cuando nos reuníamos tanto él como los que eran cercanos a Ernesto, hablaban mal y a*usaban emocionalmente de mí. Por eso me extrañaba que se estuviera disculpando.

“También me quiero disculpar por lo que pasó antes, no debí humillarte ni menospreciarte, fue un malentendido, lo siento mucho", se volvió a disculpar.

Y me pregunté qué sucedía con los dos hombres que tenía enfrente de mí esa noche, pues uno actuaba como si estuviera celoso y el otro se disculpaba humildemente, ¿sería que estaban d*ogados o algo por el estilo?

De pronto, noté que algo cubría la parte inferior de mi cuerpo y vi que Nico se había quitado la camisa y me la había atado alrededor de la cintura. Le sonreí en forma de agradecimiento.

“Ernesto, te advierto que si no dejas de acosar a Amelia, todos los miembros de la Manada Plenilunio te darán una lección", le gruñó amenazadoramente Lola.

Marcos se volvió a disculpar por el comportamiento de Ernesto, mientras que el susodicho nos miraba fríamente con los ojos enrojecidos y se burlaba sin temor de las amenazas de Lola.

Ya me sentía muy cansada, y después de lo que pasó con Ernesto, ya no quería estar cerca de él. Volteé a ver a mis amigos y les dije: "Ya vámonos, estoy cansada".

Como era de esperarse, mis amigos estuvieron de acuerdo conmigo, sobre todo al ver cómo Ernesto me acosaba. Nico me abrazó para conducirme hacia la salida, los tres nos fuimos sin despedirnos, ni siquiera volteamos a ver a Marcos y Ernesto.

Lola le pidió obstinadamente a Nico que me llevara a casa, claro que ella también nos iba a acompañar. Así que me senté en el asiento del pasajero y ella en el de atrás.

Cerré mis ojos y respiré profundamente.

"Alia, ¿estás bien?", escuché a Lola preocupada.

"Sí, sí", le dije mientras volteaba a verla y le sonreía con tranquilidad. En ese momento ya estaba más calmada y me sentía bien. Lo que había hecho Ernesto, aunque fue algo humillante, no me afectó demasiado. Tomé la situación como si él estuviera borracho y no se hubiera dado cuenta de lo que hacía, así como lo dijo Marcos.

Por supuesto que eso no significaba que lo había perdonado; lo que pasaba era que ya no quería pensar en eso, pues no quería estar relacionada con él de ninguna manera.

Lola sabía que yo no quería hablar de Ernesto, por lo que cambió de tema. "Alia, estuviste impresionante en el escenario, hasta muchos de los hombres que estaban allí pidieron tu número y alguien les tomó un video mientras bailaban", dijo ella muy emocionada.

Me limité a sonreír levemente, ya estaba acostumbrada a eso. Sabía que era hermosa, además era la hija de un Alfa, por lo que muchos hombres estaban detrás de mí antes de casarme con Ernesto.

“¿Te digo algo, Alia? No debes pasar desapercibida. Deberías mostrarle a todo el mundo tu verdadero yo, para que ya no te molesten. Fingiste ser débil, por eso te intimidaron la familia de Ernesto y los de su manada, pero ahora ¡eres libre! ¡Llego tu momento de brillar!”, Lola me estaba sermoneando.

Lo único que hice fue prometerle algo a Lola: "Está bien, de ahora en adelante mostraré mi verdadero yo".

“Me encantó verte de nuevo, Nico, te agradezco tanto esta noche", le sonreí y él me devolvió la sonrisa.

“Ya entra, nos iremos después de asegurarnos de que has entrado en tu casa”, me dijo Nico.

Sí, la realidad era que ni siquiera le importaba si los demás o él mismo me lastimaban. Qué ilusa fui al pensar que podría hacer que me amara o al menos que sintiera algo por mí.

Por eso me conmocioné cuando me dijo que nunca me había amado, y solo me había reclamado como su compañera para fortalecer su manada y evitar problemas en el futuro.

Fui una e*túpida al creer que los compañeros se amaban y se cuidaban. Se supone que él debería sentir algo de cariño por mí debido al vínculo, pero la realidad era que no. El vínculo solo lo hizo sentirse físicamente atraído por mí, por eso el s*xo con él siempre fue maravilloso, Ernesto sabía muy bien qué hacer con sus manos, su boca y su p*ne.

Aunque estaba segura de que él se sentía atraído por mí gracias a Roberto y no por él mismo.

Quizás fue mi culpa, porque nunca me maquillé ni traté de lucir bien frente a él, lo más seguro es que pensó que yo era fea.

Por eso yo no entendía por qué le molestaba tanto el hecho de que le oculté mi identidad. Si cuando estábamos juntos no le importó, ¿por qué de pronto sí? ¿Por su ego? ¿Tenía miedo de ser señalado como un tonto por dejar ir a una poderosa mujer Alfa? Eso era culpa de él, por no actuar a tiempo.

Dejé escapar un suspiro y cerré los ojos, ya no tenía sentido pensar en eso, pues estábamos separados y nada cambiaría ese hecho.

Si él estaba enojado porque oculté mi identidad, ese ya no era mi problema.

Para ese tiempo, ya no teníamos nada que ver el uno con el otro y, si tenía suerte, él no me acosaría o molestaría en el futuro.

Si él comprendiera lo que es mejor para su manada, se mantendría alejado de mí, de lo contrario...

Suspiré otra vez, ya no me importaba, no me preocuparía más por él. Lo que debería hacer era concentrarme en hacer un buen trabajo cuando tomara el control y ser la nueva Alfa de la Manada Plenilunio y volver a ser una idiota.

De ese momento en adelante, solo viviría para mí, mis amigos cercanos y mi manada. En lo que respecta a Ernesto, su familia, amante y manada, ¡todos a la mi*rda!

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo