Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo romance Capítulo 20

Desde el punto de vista de Amelia

Me estiré y troné mi cuello antes de recargarme en la silla giratoria de piel.

"¡Oh mi Diosa!, no sabía que hacerse cargo de la manada requería de tanto tiempo y esfuerzo", murmuré mientras miraba la pila de documentos que estaban frente a mí. Sentía como si nunca fuera a terminar.

Desde el incidente en el club, me había estado concentrando en el trabajo, por una parte porque necesitaba distraerme para no pensar en ello y en segundo lugar porque necesitaba acostumbrarme a mis nuevas responsabilidades. Tenía que preparar todos los asuntos de la manada y la cooperación con otras manadas. Era agotador, pues a veces era demasiado trabajo por lo que tenía que desvelarme para terminarlo todo.

Cerré mis ojos y me disponía a tomar un pequeño descanso cuando oí que la puerta se abría, y escuché la voz de Sam.

"¿Estás cansada?", me preguntó.

Abrí los ojos y vi que me sonreía cariñosamente mientras me entregaba una taza de mi café favorito.

"Un poco", tomé la taza y le di un trago, el aroma y el sabor del café me relajaron de inmediato.

"No sé cómo le hiciste para encargarte de todas mis tareas cuando yo no estaba, te agradezco, hiciste un gran trabajo", le dije con sentimiento de culpa.

En cuanto me contó todo, antes de entregarme los asuntos de la manada, pude ver que lo había hecho muy bien, lo que me facilitó continuar el trabajo desde donde él lo había dejado.

Él sonrió y luego me preguntó: "Entonces, dime, ¿cómo vas a agradecerme?".

Levanté una de mis cejas, mientras bebía mi café y le dije: "¿Qué quieres? Pídeme lo que sea, te lo voy a comprar".

Él sonrió: "Sabes que tengo suficiente dinero".

Era verdad, debido a que se había hecho cargo de mis tareas durante los últimos tres años y además era mi Beta, su salario era alto, más alto que el de cualquier otra persona que yo conociera, así que era muy rico.

"¿Entonces?", le pregunté.

Me sonrió y colocó una invitación sobre el escritorio, que deslizó hasta acercarla a mí. "Quiero que vayas a esta reunión, y yo te acompañaré como tu Beta".

Agarré la invitación y me sorprendí al verla. Ésta era blanca con bordes y letras doradas. Iba dirigida a 'Alfa Amelia de la Manada Plenilunio'.

Solo una manada usaba este color para las invitaciones, y el sello que traía era de...

"Es una reunión MUY importante, y él te ha invitado personalmente", Sam dijo sonriendo.

Acaricié el sello y no pude resistirme a que la emoción brotara en mi corazón. Esbocé una sonrisa y le dije: "Por supuesto, iré contigo, sobre todo porque me han invitado personalmente".

"¡Qué bien! Todavía tenemos tiempo para revisar todo este papeleo. A trabajar, yo te ayudaré", de inmediato tomó un documento y empezó a leerlo.

Me quejé, pues deseaba tomarme un pequeño descanso, pero al final le obedecí.

Cuando estábamos ocupados leyendo los documentos, de repente sonó mi teléfono, enseguida lo descolgué sin mirar el identificador de llamadas. Una voz exaltada y muy intensa sonó desde el otro lado.

"¡Alia! ¿Recibiste la invitación?", Lolin estaba gritando, y tuve que apartar el teléfono de la oreja porque casi me perfora el tímpano.

"Sí, me han invitado personalmente", dije sonriendo, "y Sam me acompañará como mi Beta".

"¿Te invitaron personalmente? ¡Oh mi Diosa! ¡No lo puedo creer!", volvió a gritar.

"Tienes que lucir perfecta esta noche, pero, por favor, no te preocupes, tú no tienes que hacer nada, yo lo prepararé todo para ti, espérame, nos arreglaremos e iremos juntas", me dijo.

Puesto que no podía rechazarla, me limité a decir: "De acuerdo". Y ella colgó el teléfono después de que yo acepté.

Intercambié una mirada con Sam y sacudimos la cabeza con impotencia, ella era a veces tan dominante y no admitía un 'no' por respuesta.

Lola actuó con rapidez, pues no pasó mucho tiempo después de su llamada telefónica, cuando llegó con dos vestidos y dos estilistas, y luego me condujo rápido a mi habitación.

Abrió las bolsas emocionada y mientras sacaba algo, dijo: "¡Mira, aquí está tu vestido!".