Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo romance Capítulo 28

El punto de vista de Amelia.

Al oír las palabras de Celia, fruncí la comisura de mis labios. «¿Una falsa heredera? ¿La amante de mi padre? ¿Obligar a mi padre, mi supuesto sugar daddy, a que todo el mundo supiera que yo era la heredera de la Manada Plenilunio? ¿No era respetable? ¿No merecía ser su luna?»

¿Celia era muy tonta o muy lista como para imaginarse semejantes historias?

'Alexa, ¿por qué no les enseñamos tu belleza? Que vean lo poderosa que eres', le sugerí a mi loba.

'¡Claro que sí! ¡He estado deseando ver su reacción est*pida cuando vea mi forma! Veamos si todavía puede decir todas esas tonterías', Alexa se emocionó con mi sugerencia.

Entonces, empecé con mi transformación, mis huesos crujieron, mis miembros se alargaron, mi mandíbula sobresalió y mi cuerpo empezó a rodearse de pelaje.

Estaba acostumbrada a la transformación, por lo que el proceso duró solo unos segundos.

Cuando mi forma humana se convirtió en una lobuna, vi la incredulidad y el miedo reflejados en los ojos de Celia y de todos los hombres lobo.

Alexa era una loba preciosa. Como loba alfa, era igual de grande que cualquier otro macho alfa y tenía un hermoso pelaje plateado.

Mientras nos quedábamos en nuestro sitio, pudimos ver que estaban sorprendidos y asustados por la forma de mi loba. Supuse que ninguno de ellos había visto antes una loba tan gigante y hermosa. Alexa era única.

Mi loba gruñó y enseñó los colmillos. Nuestras auras eran fuertes y escalofriantes, lo que los dejó paralizados.

"¡Míralos! ¡Algunos de ellos casi mojan los pantalones! ¡Y fíjate en Celia! Observa lo sorprendida y asustada que está. Es la que tiene peor aspecto. Le tiembla el cuerpo del susto", se rio mi loba. Disfrutaba viendo las reacciones de mi ex cuñada.

"Al ver su reacción y expresión, creo que hemos logrado nuestros objetivos. Ahora ya no podrá decir que somos débiles o que no somos la heredera de la Manada Plenilunio", dije con suficiencia.

"¡Y se puso celosa!", mi loba se volvió a reír. "¿Recuerdas su forma lobuna? En comparación conmigo, ¡parecía una cachorra!", Alexa no dejaba de reírse y burlarse de Celia.

Me reí cuando la oí ridiculizar a mi ex cuñada y a su loba para luego volver a mi forma humana.

"¿Sigues creyendo que no soy la heredera de la Manada Plenilunio?", dije en tono burlón. Si aún pensaba así, entonces era una est*pida sin remedio.

Tanto su expresión como el color de su rostro fueron cambiando: de la incredulidad, al miedo, pasando por la palidez y luego al rojo de la ira, como de costumbre.

Observé al resto de los hombres lobo, que seguían con las mismas expresiones de asombro y temor.

"Como todos pueden ver, soy muy respetable. Soy la única mujer alfa en la historia de los hombres lobo, y soy poderosa. Estaba completamente cualificada para ser su luna, pero la Manada Garra Roja no merece tenerme como su líder", les dije con una sonrisa de desprecio.

"¿Y qué si eres la heredera de la Manada Plenilunio? Sigues siendo una loba despiadada que intentó asesinar a su cuñada y a su bebé nonato!"

Tuve que aplaudirle porque no quería perder, seguía siendo tan testaruda y no paraba de acusarme de algo que yo no había hecho.

"¡Atáquenlas!", ordenó de repente a sus subordinados.

Los hombres lobo vacilaron un poco, pero luego todos adoptaron su forma lobuna. Me transformé en un segundo y me di cuenta de que Lola hizo lo mismo.

La loba de Lola, Scarlet, era de color marrón claro y no tan grande como Alexa, pero aun así era más fuerte que los hombres lobo normales, ya que por sus venas corría sangre alfa.

Alexa y Scarlet se lanzaron hacia el grupo de hombres lobo antes de que estos pudieran moverse ni un milímetro. Algunos aún no habían terminado de transformarse, pero vi a Celia alejarse de la lucha, aún en su forma humana, como si buscara protección de sus subordinados.

«Qué cobarde...»

Los movimientos de Alexa y Scarlet eran rápidos, más que cualquier hombre lobo común. Mi loba ya había mordido a uno de ellos en el cuello y le había arrancado un trozo de carne mientras que Scarlet había mordido la pierna de uno de los oponentes.

Al parecer, nuestras acciones los enfurecieron y avivaron su espíritu de lucha. Empezaron a contraatacar y a defenderse con todas sus fuerzas.

Aunque fue fácil derribarlos, a pesar de que nos superaban en número, Alexa y Scarlet recibieron heridas, pero no eran nada para nosotras, apenas unos cortes superficiales que no podrían entorpecer nuestros movimientos.

¡M*ldición! Odiaba con todas mis fuerzas a Celia por haberles pedido que se concentraran en lastimar a mi amiga.

Alexa, que veía a su mejor amiga rodeada de más lobos que nosotras, se enfurecía cada vez más. Era como si se hubiera vuelto loca, y sus movimientos se volvieron veloces, mordiendo y arrancando la carne de quienquiera que intentara dañar a Scarlet.

De pronto sentí una extraña sensación de ardor en algunas partes del cuerpo. Grité, y Alexa aulló por el insoportable dolor.

Antes de darnos cuenta, nos sentimos debilitadas y caímos al suelo, sin poder movernos.

Entonces vimos que Celia se acercaba a nosotras con una sonrisa malévola mientras sostenía un gran cuchillo.

«M*erda, ¿sería ella quien provocó esa sensación de ardor punzante? ¿Qué nos ha hecho?»

Aunque no podíamos movernos y solo nos quedaba esperar el siguiente movimiento de mi ex cuñada, Alexa contuvo su quejido y la miró con odio, mientras el aura alfa emanaba de su cuerpo.

Los otros hombres lobo se vieron afectados por el aura de Alexa y dejaron de atacar a Scarlet. Vi muchas heridas en su cuerpo, pero sabía que se curaría pronto, así que no me preocupé mucho por ella, sobre todo ahora que los secuaces de Celia habían dejado de atacarla.

Cuando los demás se vieron afectados por el aura fría de mi loba, mi ex cuñada apretó los dientes y se cortó el brazo para recuperarse y no dejarse influir por el poder de Alexa.

Se acercó lentamente a nosotras y su sonrisa se volvió aún más tenebrosa. Vi a Scarlet saltar para ayudarnos, pero fue detenida y rodeada de nuevo por muchos hombres lobo.

Al estar frente a nosotras, Celia soltó una carcajada maníaca. De verdad parecía una loca decidida a matarnos en ese momento.

"Mírate ahí tirada en el suelo sin poder moverte ni defenderte. ¿Crees que ser la heredera de la Manada Plenilunio es algo de lo que estar orgullosa? Al final, aún continuarás bajo mi merced", nos miró con desprecio y se burló de nosotras.

"¡Juro que hoy te voy a matar!", gritó y alzó el brazo, con el gran cuchillo en la mano, dispuesta a clavarlo en la cabeza de Alexa.

Cuando se disponía a apuñalar a mi loba, oímos un alboroto y vimos llegar a otro grupo de hombres lobo más numeroso.