A história de Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo está atualmente postada em Capítulo 39 e recebeu críticas muito positivas de leitores, a maioria dos quais leram ou estão lendo. Esta é uma história muito apreciada! Sou até mesmo fã de Internet, por isso estou ansioso por Capítulo 39. Espere para sempre. @@ Leia Capítulo 39 Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo do autor Internet aqui.
••• Punto de vista de Ernesto •••
En el momento en que Hugo salió volando por la fuerza del golpe, vi la cara del acompañante de Amelia: era Orlando Belen, su hermano y el jefe de la guardia real.
«Est*pido Hugo, faltándole el respeto a la persona equivocada».
Sin embargo, toda mi atención estaba en Amelia, quien molesta le decía a su hermano que regresaría sola a su casa.
«Esta es mi oportunidad para hablar con ella», medité.
“Orlando, disculpa la impertinencia de Hugo”, le dije con sinceridad. La verdad no estaba entre mis planes ofenderlo: al principio todos lo respetábamos porque era el siguiente alfa de la Manada Plenilunio, pero lo respetábamos todavía más desde que era el jefe de la guardia real.
Orlando, el más maduro de todos nosotros, simplemente le gruñó a Hugo y procedió a ignorarnos. Yo me conecté mentalmente con mi beta, para prevenir que volviera a cometer una est*pidez.
'Ese es Orlando, hermano de Amelia y jefe de la guardia real. No creo que sea necesario que te diga lo que te pasará si le vuelves a faltar al respeto', le advertí.
Supe que mi beta había reconocido a Orlando porque no se atrevió a contraatacar.
'Discúlpame, alfa. Al principio no lo reconocí', contestó Hugo por nuestro enlace mental.
'No cometas más p*ndejadas', le pedí, antes de darme la vuelta y salir del lugar, dejando a mi beta con Orlando Belen.
Caminé lo más rápido que pude para alcanzar a Amelia, quien ya había salido del bar. La encontré a unos metros de la entrada, en compañía de Nicolás.
El d*sgraciado tenía una sonrisa cálida y parecía que se ofrecía a acompañar a mi ex esposa a su casa. Por la expresión en su rostro, era evidente que la amaba.
Los celos me invadieron y activaron mi ira. «¿Regresar sola? ¿De verdad es tan descarada como para dejar a su hermano e irse con la segunda pareja?», me pregunté.
Casi solté una carcajada del coraje que sentía. No podía creer que Amelia se hubiera atrevido a mentirle a su hermano, quien siempre la cuidó, solo para pasar un rato a solas con un don nadie.
Con la ira inundando cada célula de mi ser y con una mirada asesina, caminé hacia ellos. Tenía que detenerlos. No soportaba la forma en la que él la miraba. Odiaba que él fuera el segundo compañero que le asignó la Diosa Luna. Me enloquecía que ella pareciera tranquila en su presencia. Y me enervaba que estuvieran tan juntos.
Apenas los alcancé, agarré a mi ex mujer por la mano e intenté separarla de Nicolás.
"Ernesto, ¡¿qué ch*ngados crees que haces?!", exclamó ella, sacudiendo su mano y mirándome con repulsión.
¿Por qué...? ¿Por qué desde nuestro divorcio siempre me veía con asco? No soportaba que ahora siempre que estaba conmigo se pusiera a la defensiva. Odiaba lo mucho que me despreciaba.
Y además, ¡me había insultado! La Amelia que conocí nunca se hubiera atrevido a tanto.
¿De verdad odiaba tanto que la tocara? ¿O acaso su reacción fue porque intenté separarla de su pareja?
Sin importar el motivo, me parecía que Amelia exageraba, lo que me irritó todavía más.
"Amelia, tengo que decirte algo personalmente y en privado", le dije, agarrándola nuevamente de la mano.
"Quédate aquí. Necesito hablar con ella a solas", le advertí con un gruñido a Nicolás.
Noté que ese m*lnacido estaba listo para intervenir y yo estaba listo para acabar con él. No me importaba lo que tuviera que hacer con tal de pasar un tiempo a solas con Amelia.
“Nico, espérame aquí. Ernesto y yo tenemos un asunto pendiente", le pidió suavemente Amelia a Nicolás, quien inmediatamente se contuvo.
¡También odiaba lo obediente que era él con ella!
Arrastré a Amelia hasta una esquina y, sin soltar su mano, me giré para que quedáramos frente a frente.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo