Resumo do capítulo Capítulo 42 do livro Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 42, um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Hombre lobo continua a emocionar e surpreender a cada página.
El punto de vista de Amelia.
Percibí su mirada fija y penetrante antes de que se diera la vuelta y desapareciera en la noche.
Alexa y yo empezamos a correr sin darnos cuenta. Fuimos detrás de él, pues no queríamos dejarlo ir, al menos hasta saber su identidad.
Sin embargo, se movía a una velocidad excepcional y ni siquiera Alexa, considerada una de las lobas más rápidas, pudo alcanzarlo.
Cuando nos dimos cuenta de que era inútil perseguirlo, nos detuvimos. Al ver su velocidad cuando luchaba con los rogues, debimos saber que no podríamos alcanzarlo, pero aun así mi loba y yo nos sentimos decepcionadas porque no llegamos a conocer a nuestro nuevo compañero.
'Alexa... Ese lobo... ¿En verdad es nuestro compañero de segunda oportunidad?', le pregunté para estar segura.
'Sí, es indudable que es nuestro nuevo compañero. Puedo sentir el vínculo, y sé que tú también te diste cuenta. Debes haber percibido su olor especial, ¿cierto?', me respondió mi loba con seguridad.
Sí, estaba segura de que era mi pareja porque los hombres lobo podemos detectar a nuestros compañeros a través de sus olores únicos, pero seguía sin creerme que la Diosa Luna me hubiera conseguido una segunda pareja.
Me oponía a tener otra pareja, pero el olor y la apariencia de ese lobo hicieron que mi corazón se acelerara.
Volví a la Manada Plenilunio y me quedé dormida mientras recordaba la imagen de aquel hermoso y poderoso lobo azul noche.
A la mañana siguiente, lo primero que pensé al despertarme fue en mi compañero de segunda oportunidad.
Seguramente era un alfa de otra manada, ya que su lobo y su aura eran poderosos, pero ¿de cuál? ¿Quién era él?
"¿Alia? Hola, Alia", vi la mano de Lolin agitándose frente a mi cara, lo que me devolvió al presente.
Ella estaba de visita porque no tenía nada que hacer y nos encontrábamos en mi estudio.
"¿En qué estabas pensando? Te veías tan distraída que ni siquiera te diste cuenta de que te había estado llamando varias veces. No me digas que estabas pensando en el d*sgraciado de Ernesto", me frunció el ceño.
No pude evitar soltar una carcajada. ¿Ernesto? Ni siquiera había pensado en él desde que conocí a mi nuevo compañero. Mi mente estaba dedicada a él, y no había lugar para mi expareja en ella, lo cual era un alivio.
"¿De qué te ríes?", Lolin entrecerró los ojos desconfiada.
Sacudí la cabeza. "Tranquila, no pensaba en ese d*sgraciado", le dije.
"¿Entonces?"
Ya que Lola era mi mejor amiga, decidí contarle todo lo que había pasado anoche. Pero no la parte de Ernesto y Maia, sino la del ataque de los rogues y el rescate de mi nuevo compañero.
Cuando terminé de contarle mi historia, abrió mucho los ojos y se quedó boquiabierta.
"¡Alia! La Diosa Luna te dio un compañero de segunda oportunidad, ¡y se portó como todo un príncipe azul!", exclamó emocionada.
"¿Príncipe azul?", la miré sorprendida.
"¡Sí! ¡Fuiste la damisela en apuros que el príncipe azul salvó!", dijo entre risas.
La miré resignada. No era una damisela en apuros, estaba preparada para derrotar a esos rogues, pero mi compañero se abalanzó sobre ellos y los venció primero.
"Cuéntame más cosas de él", me insistió Lolin con curiosidad.
"Era... guapísimo. En cuanto derrotó a todos los rogues, quedó ileso, con un aspecto majestuoso", solté un suspiro y, al recordar la escena, se me curvaron los labios en una sonrisa.
"Alia, ¡estás enamorada de él!", mi amiga gritó de nuevo.
«¿Enamorada? Jamás me había sentido así con nadie». "No es cierto", negué de inmediato.
"Pero ahora te estás sonrojando", soltó una risita. "Cuéntame más. ¿Es guapo? ¿Cuánto mide? ¿Y su cuerpo?", Lolin me llenó de preguntas sobre mi nuevo compañero.
"Bueno... Pues no lo sé", contesté dubitativa.
"¿A qué te refieres cuando dices que no lo sabes? Lo viste, ¿cierto?", preguntó mi amiga confundida.
"Solo vi su forma lobuna. Después de derrotar a los rogues desapareció enseguida, así que no sé cómo es en persona", le expliqué.
"¿Entonces... no sabes quién es?", Lolin estaba estupefacta.
Asentí con lentitud.
"¿Luego de derrotar a los rogues se fue sin siquiera saludarte?", preguntó incrédula.
«Eso era verdad.»
"¡Quédate tranquila, te ayudaré a encontrar a tu pareja!", dijo con confianza. "Preguntaré por los alrededores. Sabes que tengo muchos amigos. De seguro uno de ellos sabe quién es tu príncipe azul".
Sí, Lolin era muy sociable y tenía muchos amigos. Me imaginaba que tenía amistades en todas las manadas de este continente.
"De acuerdo, mejor me pongo las pilas y empiezo a investigar", dijo entusiasmada antes de despedirse e irse.
Las palabras y la confianza de mi amiga nos dieron a Alexa y a mí una nueva esperanza de encontrar pronto a nuestro compañero.
Cuando Lolin se fue, Nico entró a mi oficina.
"Alia, ¿es verdad que has encontrado a tu pareja de segunda oportunidad?", preguntó sin rodeos.
«¿Estaba escuchando a escondidas? Me disgustaba que me espiaran. ¿Y si estuviera hablando de algo importante?» Entrecerré los ojos, irritada.
"Perdona, vine a ver cómo estabas, pero Lola estaba aquí y no pude evitar oír su conversación", se disculpó al ver mi expresión.
"Pensaba contártelo después de que se fuera Lolin, pero ya te enteraste, y sí, he encontrado a mi pareja de segunda oportunidad", le dije.
Me pareció ver un destello de malicia en sus ojos, pero desapareció en un instante, lo que me hizo preguntarme si no serían imaginaciones mías.
"He oído que desconoces su identidad y que Lola te está ayudando con ello...", añadió con su gentil temperamento habitual.
"Sí. Tiene más contactos que yo, así que me ayudará", contesté.
No tenía muchos amigos ya que me casé con el est*pido Ernesto y me convertí literalmente en un canario enjaulado e indefenso durante tres años enteros.
"Si quieres, yo también te ayudaré", se ofreció. "Tengo contactos en todas las manadas del continente".
Dada su reputación de excelente médico, debería haber muchas manadas que necesitaran sus servicios, Nico sin duda conocería a cada beta y alfa de las demás manadas.
Como es lógico, acepté y le agradecí su ayuda. Ahora que Lola y Nico me ayudaban, me resultaría fácil encontrar a mi nueva pareja, ¿no?
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo