Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo romance Capítulo 56

Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo update Capítulo 56

O anúncio Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo atualizou Capítulo 56 com muitos detalhes surpreendentes e inesperados. Em escrita fluente, em texto calmo, simples, mas sincero, às vezes o romance do autor Internet em Capítulo 56 nos leva a um novo horizonte. Vamos ler a série Capítulo 56 Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo aqui.

Chaves de pesquisa: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo Capítulo 56

El punto de vista de Amelia.

Durante esta semana desde que me traje a Ernesto, no lo visitaba con frecuencia, porque sabía que sus heridas estaban cicatrizando bien. A juzgar por cómo se estaban curando, no tardaría mucho en recuperarse del todo.

Quizás quería inspeccionar la Manada Plenilunio, como él dijo.

Tal y como había dicho y yo había adivinado, lo vi paseando por los terrenos de la manada. Sabía que se daría cuenta de todas las mejoras que había hecho para la Manada Plenilunio.

Mientras discutía con los miembros de mi manada sobre algunas de las nuevas instalaciones que acababa de proponer y que iban a construir, vi a mi excompañero a lo lejos, me estaba mirando fijamente, pero no se acercó a molestarme. Solo me observaba desde la distancia.

El hecho de que me mirara fijamente me produjo una sensación compleja. Jamás me había observado con tanta intensidad cuando estábamos casados, sin embargo, esta vez su atención se centraba únicamente en mí.

Intenté no prestarle atención y me centré en las preguntas de los miembros de mi manada. Poco después, nuestras conversaciones derivaron hacia temas más amenos y empezamos a bromear y reír.

Se unieron a nosotros un niño y una niña que me dieron fruta y caramelos. Era algo habitual. Yo les enseñaba a plantar verduras y frutas en sus huertos, y ellos me daban parte de sus cosechas.

Desde luego, yo los recibía agradecida y corría con la niña y el niño tan lindos. Me encantaban los niños. Por desgracia, Ernesto no quiso tener hijos conmigo.

Lo vi charlar con dos de los miembros de mi manada, pero cuando volvió a observarme sentí que su mirada se convertía en asombro.

Por mucho que intentara no prestar atención a su mirada, me resultaba imposible. Era muy intensa, y sentí como si estuviera atravesando mi interior, lo que me resultaba bastante inquietante.

"¡Alia!", vi a Lola acercarse a mí mientras agitaba su mano.

Al ver que era Lola, mi mejor amiga, quien se estaba acercando a nosotros, la multitud que nos rodeaba se dispersó enseguida, dándonos espacio para hablar.

"Me acabo de dar cuenta de que Ernesto te había estado observando desde hace algún tiempo", me comentó mi amiga mientras miraba a mi excompañero.

"Se ha quedado aquí estos días, ¿cierto? ¿Crees que te quiere recuperar?", me dio un codazo en el brazo, con la mirada llena de picardía.

Puse los ojos en blanco. "Solo se estaba recuperando aquí. Lo dejé quedarse porque se lesionó por mi culpa. Supongo que ya te habrás enterado. Y también quería curiosear por la manada para saber cómo es el funcionamiento. Eso será bueno para nuestra cooperación en el futuro".

Lolin soltó una risita y yo la miré con una ceja levantada.

"Sabes que no son más que excusas para poder pasar tiempo contigo", insistió ella con dulzura.

Lo pensé, pero durante su estancia aquí nunca me molestó. Como ahora, no se me acercó, sino que se mantuvo a distancia, así que las palabras de mi amiga no tenían validez.

"¿Y si te suplica para que vuelvas con él?", preguntó mi amiga en tono burlón.

Negué con la cabeza. Lo conocía bien. "Es del tipo arrogante con un ego enorme. Jamás le suplicaría a alguien, sobre todo a una que había rechazado y nunca le importó al estar casados".

Mi amiga abrió la boca para refutarme, pero yo no tardé en añadir: "Lolin, sabes que he encontrado a mi pareja de segunda oportunidad y que ahora tengo que dirigir mi propia manada. Aunque me lo rogara, sería imposible que él y yo estuviéramos juntos. No volveré con él".

Aún era capaz de sentir su intensa mirada. No sabía lo que estaba pensando, y eso me aterrorizaba.

Antes de que se diera la vuelta para marcharse, lo vi hablar con los dos miembros de mi manada, que habían estado charlando con él.

Ambos miembros de mi manada se acercaron a mí y me informaron de que Ernesto necesitaba volver a su manada para ocuparse de un asunto importante y que me daba las gracias por haberle permitido quedarse aquí los últimos días.

Les agradecí por haberme hecho llegar el mensaje, aunque no quise saber qué tipo de asunto importante tenía que atender en su manada.

"Alia, vayamos de compras", Lolin me agarró de la mano y me llevó hasta su carro antes de que pudiera negarme. A esta chica le gustaba mucho ir de tienda en tienda, tanto que me preguntaba si de verdad se ponía toda la ropa, los zapatos, los bolsos y todo lo demás que había adquirido.

Capítulo 56 1

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo