Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo é a melhor série atual do autor Internet. Com o conteúdo de Capítulo 57 abaixo, nos perderemos em um mundo de amor e ódio, onde os personagens usam todos os truques para atingir seus objetivos, sem se preocupar com a outra metade, apenas para se arrepender tarde demais. Leia o capítulo Capítulo 57 e acompanhe os próximos capítulos desta série em booktrk.com.
El punto de vista de Amelia.
Cuando vi la cara pálida de Maia, sonreí con satisfacción. «¡Bien hecho, z*rra!», pensé.
¿Se creía más rica que yo? Incluso si Ernesto le diera dinero, no podría comprar vestidos que costaban casi cien millones de dólares en total.
Su cara cambió de expresión por el rencor. Se notaba que no tenía intenciones de pagar.
Me di la vuelta hacia la vendedora y le sonreí. "Hola, ¿puedes darme unas tijeras?"
"¡Amelia! ¿Qué vas a hacer? ¿Piensas cortar los vestidos para que pague por los artículos dañados? Podría demandarte a ti y a la tienda", gritó con rabia e incredulidad.
La vendedora me dio un par de tijeras y empecé a cortar la etiqueta del precio de cada vestido.
"Te equivocas. ¿Cómo podría destruir vestidos tan hermosos? Lo único que quiero es ayudarte a cortar las etiquetas para que no tengas que hacerlo tú misma. Así te ahorrarás la molestia. Podrás ponértelos enseguida sin preocuparte de quitarlas", le contesté sin mirarla.
Una vez que terminé de cortar todas las etiquetas, me volteé a mirarla y, como esperaba, tenía cara de querer matarme, pero mi jugada la dejó muda.
Le había quitado todas las etiquetas a propósito para que no pudiera devolver esos vestidos y obtener un reembolso, y ella lo sabía.
Lolin se mostró alegre al darse cuenta de lo que había hecho.
Maia le dio de mala gana a la empleada su tarjeta para que procesara el pago.
Me dieron ganas de reírme a carcajadas y burlarme de ella, pero en lugar de eso, sonreí con dulzura y la elogié. "¡Maia, de verdad eres rica!"
Me miró con odio, pero yo seguí sonriendo.
La venganza se sentía muy bien.
Sin embargo, esta era solo una pequeña forma de venganza. Aún me faltaba devolverle la jugarreta por su colaboración con los rogues.
«Solo es cuestión de tiempo hasta que sientas lo mismo que yo sentí en aquella época: impotencia y miedo.»
"Bueno...", miré alrededor de la tienda. "Como Maia ha dejado casi vacía la tienda, supongo que ya no hay nada que podamos comprar".
"Alfa Amelia, señorita Lola, les enviaremos el nuevo catálogo en cuanto lleguen más vestidos", nos informó enseguida la empleada a mi amiga y a mí.
"De acuerdo, entonces esperaremos a la nueva colección", le respondí.
La mirada de Maia se volvió más sombría. Ella, que se hacía llamar la Luna de la Manada Garra Roja, fue recibida como 'señorita' sin su nombre, mientras que la empleada me llamó alfa Amelia, e incluso se dirigió a mi amiga como 'señorita Lola'.
Después de haber gastado tanto, la vendedora ni siquiera le comunicó cuándo llegarían los nuevos vestidos.
Una persona que no era VIP quería desafiar a otra que sí lo era. Incluso el personal sabía quiénes eran los clientes más importantes y los más ricos. La única que se ponía en ridículo era ella.
Ella y Celia... Lo único que sabían hacer era llamarme pobre, p*ta, z*rra, sugar baby... ¿Es que no sabían otra forma de ridiculizar a alguien sin usar esas palabras? Daba la impresión de que no tenían un alto coeficiente intelectual.
"Lolin, vayamos a ver las carteras en la tienda de al lado", la jalé de la mano y miré a la furiosa cuñada de Ernesto. "Maia, Lucy, vengan con nosotras. A lo mejor tenemos gustos parecidos en ropa y bolsos ya que les gustan todos los vestidos que mi amiga y yo nos hemos probado e incluso los que íbamos a comprar. Eso sí, te dejaremos comprar los bolsos que nos gustan si realmente los quieres, igual que los vestidos", dije todo aquello con una sonrisa muy dulce.
Tal y como esperaba, la cara de Maia se puso roja de ira y gritó: "¡Amelia, no pienses que has ganado! No olvides que solo eres una loba rechazada. Ernesto siempre me elegirá a mí en vez de a ti".
Puse los ojos en blanco. "Y acuérdate de que fui yo quien pidió el divorcio y la disolución del vínculo de pareja. Así que en teoría, él fue el rechazado por mí, y tú la que recogió mi basura".
"Tú... Tú... Le diré a Ernesto que lo llamaste basura", me señaló con sus dedos temblorosos.
"Sí, sí. Esto es todo lo que puedes hacer: fingir debilidad y lástima y derramar algunas lágrimas para ganar simpatía. ¿Piensas que es difícil de hacer? Hasta yo puedo hacerlo", los ojos de Lolin se pusieron rojos y llorosos. Me jaló de la manga y dijo con voz lastimera: "Alia, Maia me intimidó. Debes ayudarme".
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi ex-Luna rechazada, vuelve conmigo