Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1152

Amelia se cayó cuando Dorian estaba en el trabajo; fue la niñera quien le notificó por teléfono.

En ese momento, la caída de Amelia no fue grave. La niñera mencionó que el piso estaba resbaladizo y que Amelia se había deslizado, pero reaccionó rápidamente y logró agarrarse de la encimera, amortiguando la caída. En ese instante, Amelia no sintió ninguna molestia significativa ni sangrado, pero la niñera, preocupada, llamó inmediatamente a Dorian.

Dorian, igualmente preocupado, no dudó en llamar a una ambulancia para Amelia y se dirigió de inmediato al hospital.

Lo que no esperaban era que, durante el monitoreo del latido fetal, les informaran que el bebé ya no tenía latido y había dejado de desarrollarse, recomendando realizar un aborto inducido lo más pronto posible.

Este resultado fue como un rayo en un cielo despejado para Amelia y él. Un frío recorrió su cuerpo como si congelara su sangre, y su mente quedó en blanco.

Amelia, por su parte, se puso pálida como el papel, completamente paralizada. Cuando reaccionó, no pudo articular palabra; las lágrimas comenzaron a caer en grandes gotas mientras temblaba de pies a cabeza. Se negaba a creer que el bebé se había ido y se resistía a realizar el aborto; prefería pensar que había un error en los equipos del hospital antes que aceptar la realidad.

Desafortunadamente, al cambiar de hospital, el diagnóstico fue el mismo.

La conclusión médica, al descartar problemas cromosómicos, fue que un aborto espontáneo inminente junto con la caída podrían haber sido factores del cese del embarazo.

Dorian no sabía cómo había ocurrido la caída. En ese momento, Amelia acababa de perder al bebé, y él temía que preguntar sobre el incidente solo añadiera más dolor o culpa, así que interrogó a la niñera.

La niñera, entre sollozos, explicó que no sabía cómo, pero el aceite en el refrigerador se había volcado. La tapa no estaba bien colocada, el aceite se derramó, y cuando Amelia entró en la cocina, resbaló en él.

El aceite había sido colocado por la niñera. En cuanto a por qué se volcó o por qué la tapa no estaba bien puesta, ella no supo responder.

Sin embargo, la niñera solía ser un poco descuidada; a menudo dejaba las tapas de los frascos sin cerrar o solo las colocaba de manera superficial. En el refrigerador, todo estaba desordenado, sin una organización adecuada. Tanto él como Amelia le habían llamado la atención sobre esto. Aunque había mejorado, ocasionalmente seguía cometiendo errores.

En ese momento, Dorian consideró la posibilidad de reemplazarla. No obstante, aunque era descuidada con esas pequeñas cosas, era diligente y amable. Además, cuidaba de Amelia con esmero, y probablemente, después de Frida Losada, era la persona que mejor la trataba. Amelia le tenía cariño y sabía que la niñera necesitaba el trabajo porque tenía un hijo enfermo que requería medicación constante. Amelia, compasiva, decidió mantenerla, sin imaginar que su descuido podría causar tanto daño.

Entonces, Dorian realmente pensó que el descuido de la niñera había sido la causa, ya que era conocida por ese tipo de errores. El desorden en el refrigerador y el accidente al sacar algo eran situaciones posibles.

La niñera, entre lágrimas, pidió disculpas repetidamente, admitiendo que había sido su falta de atención. En casa no había otros extraños, por lo que Dorian no pensó más en el asunto.

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