Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1035

—Um, yo tampoco he comido, voy a cocinar.

Alejandro observaba cómo Ana habilidosamente sacaba verduras del refrigerador y luego se ocupaba en la cocina.

Sin darse cuenta, se quedó mirándola, completamente cautivado, incapaz de apartar la vista.

Ana terminó rápidamente la preparación.

Ella había preparado dos porciones de pasta.

Los dos comieron en silencio.

No fue hasta después de terminar de comer, que Alejandro recogió y lavó los platos antes de ir a hablar con Ana.

Ana, frente a Alejandro, no sabía qué decir por un momento.

Alejandro también guardó silencio por unos minutos antes de decir: —Estos días he tenido mucho trabajo en la empresa, el próximo lunes iré contigo al Registro Civil para divorciarnos.

Ana no sabía qué decir.

Su expresión cambió ligeramente.

Alejandro la miraba fijamente.

Al ver que Ana no respondía de inmediato, empezó a albergar cierta expectativa.

Finalmente, esa expectativa se desvaneció completamente cuando Ana dijo suavemente "está bien".

Esa noche, Alejandro no se quedó en Villa Estrella de Mar.

Al irse, le dijo a Ana: —Estos días no volveré a quedarme, puedes quedarte tranquila aquí, después del divorcio, Villa Estrella de Mar será para ti, no necesitas mudarte.

Ana no había tenido tiempo de responder cuando Alejandro ya se había ido.

Mirando la nuevamente tranquila Villa Estrella de Mar, Ana, después de un breve aturdimiento, tomó su teléfono para llamar a Elena, y pronto también dejó Villa Estrella de Mar.

—

Después de que Elena entrara a la cocina, Manuel no pudo contenerse y fue el primero en preguntar: —¿Te han estado acosando tus compañeros en la empresa? ¿O... o tuviste una discusión con Alejandro?

Habían visto algunas noticias sobre Alejandro y Patricia.

—Mi renuncia sí tiene algunos motivos, pero no tiene nada que ver con mis compañeros, es que últimamente en ciudad A hay demasiadas entidades malignas. Ayudé a algunas personas a lidiar con estos seres y parece que alguien me ha puesto en la mira. Después de hablarlo con don Fernando, decidimos que lo mejor era decir públicamente que renuncié, mientras investigamos en secreto quién está detrás de esto —Ana pensó un momento y decidió contarles la verdad.

Manuel frunció el ceño aún más al escuchar eso. —¿Alguien te está vigilando? ¿Corres peligro?

—¿Qué opina Alejandro? —preguntó Francisco de inmediato.

—No estoy en peligro, lo que significa es que la persona detrás de esto estará alerta, y tal vez coloque estas entidades malignas cerca de las personas de manera que sea difícil de detectar, para seguir haciéndoles daño. En cuanto a esto... aún no se lo he dicho a Alejandro, estamos a punto de divorciarnos, y contarle solo añadiría preocupaciones —dijo Ana con tono sereno.

Al ver la actitud indiferente de Ana hacia el divorcio, Francisco y Manuel cambiaron de expresión.

—Les estoy diciendo porque puedo enfrentar todo esto, últimamente han pasado muchas cosas en ciudad A, y el divorcio será lo mejor para ambos. Francisco, Manuel, no se preocupen por mí —Ana miró sus rostros preocupados y continuó explicando.

Si no lo decía, ellos se preocuparían aún más, y mantener un secreto frente a ellos era muy difícil. Si lo decía, seguirían preocupados, pero al menos no harían conjeturas sin sentido.