Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1178

Un anciano y un hombre de mediana edad obligaban a una mujer atractiva de unos cuarenta años a arrodillarse en una habitación estrecha.

Un fajo de dinero golpeaba con fuerza el rostro de la mujer.

Luego, la forzaban a servirles.

Pero la mujer se negaba, apuntando desesperada hacia la puerta.

Debería ser que tiene miedo de que haya alguien afuera, se puede distinguir cuidadosamente en sus labios, como si estuviera diciendo: "Mi hija también está aquí, no puede verme."

Pero en ese preciso momento, nadie estaba dispuesto a escuchar lo que ella decía.

Solo pensaban lujuriosos en buscar placer.

El hombre de mediana edad la empujaba al suelo, forzándola de manera humillante a arrodillarse.

El anciano también se mostraba excitado.

La mujer luchaba ferozmente, usando toda su fuerza para derribar al hombre de mediana edad.

Luego abrió la puerta y corrió despavorida hacia afuera.

Pero por accidente cayó por las escaleras...

Ana fruncía el ceño, esta escena haría que cualquier mujer se sintiera físicamente incómoda.

Algunas personas, aprovechando su riqueza, actúan como les place sin considerar la voluntad de los demás.

Por eso, como hija, vengar a su madre no estaba fuera de lugar.

Además, la chica que había perdido a su madre también había sido maltratada de la peor manera por esos dos hombres.

Ella entonces suspiro.

Al salir de allí, le dijo a Patricia que le pidiera a la chica que se pusiera en contacto con ella, diciéndole que ella sabía el origen de aquel pequeño colgante.

Creía que la chica la buscaría al oír esas palabras.

Después de que el auto de Ana se alejara, Patricia fue a buscar apresuradamente a la joven y le transmitió el mensaje de Ana.

Al escuchar las palabras de Patricia, la chica de inmediato bajó la cabeza para ocultar el asombro en sus ojos.

Patricia, preocupada por sus propios pensamientos, no notó el cambio en la expresión de la chica.

Subió desesperada las escaleras para encontrar a Melchor.

Quería saber qué exactamente habían hecho su abuelo y su tío, y cómo la empleada que había trabajado en la casa durante veinte años había caído por las escaleras.

...

Miró su reloj de pulsera, solo entonces se dio cuenta de que había estado allí parada por espacio de una hora.

El tiempo había pasado sin que ella lo notara.

—Sí, ahora me voy a casa.

—Toma las cosas con calma en el camino, conduce despacio.

—Ok.

Después de colgar, echó otro vistazo al tráfico y con determinación se dirigió dirigió hacia el estacionamiento.

En el instante en que se giró para irse, una furgoneta de negocios se detuvo justo en el cruce a la espera del semáforo.

El hombre dentro de la camioneta echó un vistazo hacia afuera.

Su mirada cayó de inmediato sobre la mujer que se alejaba rápidamente.

La figura de la mujer, atractiva y llamativa, y su cabello negro y suave balanceándose con sus pasos.

Lo dejaron paralizado al instante.

Hasta que el semáforo se puso en verde y el conductor estaba listo para cruzar la intersección, el hombre de repente ordenó: —Espera un momento.