Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1304

Ciudad A

En un centro comercial muy concurrido.

Ese día se llevó a cabo una firma de libros con varios autores.

Habían acudido cantidad de aficionados a la lectura.

Judith, aunque había comenzado como escritora en internet, había ganado una gran popularidad en los últimos dos años. Varias de sus obras habían sido compradas por compañías de cine y televisión por un alto precio, y ya se habían adaptado dos de sus libros a series de televisión que, una vez emitidas, se convirtieron en completos éxitos.

Por eso, había cantidad de fans en la firma de su nuevo libro.

Después de ese gran evento, Judith planeaba ir a la planta superior para comprar algunos artículos y decoraciones para el hogar que compartiría con su amado Francisco.

Mientras estaba distraída en una tienda, alguien llamó su nombre de repente.

—¿Judith?

Pensando que era un fan, se giró de inmediato y respondió: —Hola.

Carmen la observaba fijamente. Judith tenía un par de ojos bastante atractivos, pero aparte de eso, parecía ser una mujer bastante común.

Carmen no podía creer que Francisco, quien ahora era tan exitoso, tuviera una esposa tan ordinaria como ella.

Una mujer común que era escritora en internet.

—No creo que me conozcas, pero yo a ti sí,— dijo Carmen, mirando de reojo a Judith como si fuera una de esas compañeras de clase y amigas del pasado que aparecían de repente ante ella.

En su opinión, todas eran simplemente tontas y manipulables.

Y personas tan ingenuas como Judith eran precisamente el tipo de gente que despreciaba. Parecían carecer de experiencia social y no haber vivido muchos altibajos. Judith, incluso mientras firmaba atenta autógrafos, mostraba preocupación por sus fans, una bondad que realmente molestaba demasiado a Carmen.

Judith sonrió y saludó sin pensar demasiado, devolviendo el gesto a Carmen.

Carmen disimuló su fuerte disgusto y, con una sonrisa forzada, dijo: —Soy la hermana de Francisco. He estado fuera de Ciudad A durante varios años, por eso no me has visto antes. Tengo algunas cosas importantes que quisiera hablar contigo, ¿podríamos sentarnos en la cafetería de abajo?

Carmen observaba atenta a Judith, una mujer que parecía bastante común, pero que en todos los aspectos parecía superarla, lo que no pudo evitar despertar su envidia. —Francisco te trata muy bien, ¿no? Tus novelas y los derechos de adaptación cinematográfica deben dejarte buen dinero, ¿no es así?

Ella ahora luchaba por encontrar un lugar donde vivir, vendiendo por ahí lo que podía, y la ropa que llevaba la compraba en el mercado nocturno, de muy baja calidad y a solo unos cuantos dólares cada pieza, algo que antes ni siquiera consideraría hacer.

Al instante notó que la ropa de Judith costaba al menos cientos de dólares, y su bolso era de los más nuevos y costosos, exactamente el tipo de vida que Carmen alguna vez había tenido.

Así que no podía ocultar su envidia y celos hacia Judith.

Judith se sorprendió un poco; ¿por qué esa prima hablaba con un tono lleno de celos y envidia?

Probablemente...

Ella lo entendía.

En sus libros también escribía sobre muchos personajes.

Personajes que vivían de manera bastante modesta y envidiaban todo lo que otros tenían.