Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1338

De repente, ella estaba alerta.

Nunca había habido un aroma de otra mujer en él.

Ella siempre había sido muy cautelosa.

Sabía todo sobre él.

Durante más de tres años, él se había centrado en su carrera, dejando de lado a ella, y siendo menos cálido con otros. Ella había visto con sus propios ojos cómo algunas secretarias o empleadas de la empresa intentaban seducirlo, pero ninguno había tenido éxito, y todos habían terminado de manera trágica.

Él simplemente no permitía que nadie se le acercara.

¿Entonces era Ana?

¿Se habían encontrado hoy?

Ambos tenían el aroma del otro, así que era obvio lo que había sucedido entre ellos.

No era de extrañar que hoy solo hubiera visto a la señora Marta y no a Ana, ¡seguramente se habían citado en algún lugar!

Definitivamente habían tenido relaciones sexuales...

Pensando en esto, Verónica no pudo mantener la calma y se quedó mirando a Alejandro, que caminaba delante de ella.

—Gonzalo, ¿te encontraste con alguien hoy? Hueles a perfume, — Verónica corrió hacia él.

Ella agarró el brazo de Alejandro.

Su cara mostraba paranoia.

Si era Ana...

¿Qué debería hacer a continuación?

Seguramente muchas personas se reirían de ella, incluso Ana, quien seguramente estaría feliz ahora.

Alejandro se vio obligado a detenerse.

Luego se volvió a mirar a Verónica.

Verónica se sintió inexplicablemente nerviosa con esa mirada de Alejandro y de repente lamentó haberle preguntado en ese momento. No debería haberle preguntado.

—He servido arroz para ti, y dos de los platos de hoy los aprendí nuevos en internet. No sé qué tal estarán, pruébalos primero.

Ella parecía amable, todavía llevaba puesto su delantal.

—Ok, lo probaré. — Alejandro se sentó y observó los seis platos en la mesa.

Anteriormente, le había dicho claramente a Verónica que no necesitaba venir a cocinar para él, primero porque su cocina no era de su agrado, y segundo, porque a veces ella hablaba demasiado.

Pero ella no había escuchado.

No sabía si era su imaginación, pero a veces, al volver del trabajo, tenía la sensación de que alguien lo esperaba en casa y le había preparado algunos platos, aunque parecía que ese sabor solo existía en su fantasía, porque realmente le gustaba.

Mientras Alejandro probaba la comida, Verónica no pudo evitar mirarlo fijamente. —¿Qué tal? Los tutoriales en internet son muy completos; seguí cada paso exactamente como decían. Todavía no lo he probado, pero por el color parece estar bien.

—Está bueno. — Alejandro confirmó.

Verónica sonrió ampliamente de inmediato, —¡Qué bien! Entonces seguiré cocinando para ti.

Ella también probó un bocado.