Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 137

—He bebido, y el conductor tiene un asunto familiar mañana, así que hoy tiene el día libre. ¿Podrías llevarme? —preguntó Alejandro a Ana.

Ana, que acababa de conseguir un coche, se sintió demasiado cortés para negarse. —Claro, te llevaré.

Veinte minutos más tarde, llegaron a un club.

—Ven conmigo, después podemos volver juntos a casa —le sugirió Alejandro a Ana.

Inicialmente, Ana había planeado dejar a Alejandro en el club y luego regresar sola. Salir a estas horas podría significar estar fuera toda la noche.

Pero entonces él propuso que también podrían regresar juntos después.

Bueno, entonces hagamos otra buena acción.

—¿Y cómo me presentarás a tus amigos? —preguntó Ana.

Alejandro la miró fijamente durante unos segundos y respondió: —Diles que eres mi secretaria.

—Está bien.

Secretaria, pues secretaria será.

Ella se aseguró de desempeñar el papel a la perfección, evitando cualquier sospecha.

Una vez dentro del club, subieron a la planta superior, que era sorprendentemente tranquila.

Parecía que las familias de alta sociedad que valoraban la privacidad solían frecuentarlo.

Ana nunca había estado en un lugar así y, aunque Beatriz le había mencionado este club antes, no estaba demasiado curiosa. Pasar una noche aquí podría costar lo que una familia promedio gasta en varios años.

Bryan la había traído algunas veces para encontrarse con amigos.

Sin embargo, rara vez se encontraba con Alejandro, quien solía estar muy ocupado.

Cuando Alejandro apareció, los cuatro hombres que estaban jugando a las cartas se sorprendieron.

A Ana siempre le había gustado observar a las mujeres hermosas, especialmente hoy que también había visto a las protagonistas de dos series que había seguido recientemente. De repente, sintió que valió la pena el esfuerzo de traer a Alejandro aquí.

—Por fin te conseguí traer, si no fuera por mi cumpleaños hoy, ¿seguirías rechazando venir? Eh, y esta es tu... —Salvador se iluminó al ver a Ana.

¡Esta chica es increíble!

No había escuchado que Alejandro tuviera alguna mujer.

Sin ningún interés sexual aparente, lo que llevó a estos hermanos a especular en los últimos años si Alejandro tendría algún problema de impotencia.

Y ahora, ¿de repente aparece con una mujer?

Ana mantuvo una sonrisa adecuada. —Soy la secretaria del presidente García.

—¿Secretaria? —Salvador miró hacia Alejandro.

Las cuatro bellezas habían mostrado una ligera decepción inicialmente al ver a Ana, pero una vez que ella se presentó como secretaria, la forma en que miraban a Alejandro cambió de inmediato.