Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1380

—¿Fue captado en estos últimos días? —Ana se puso seria.

Si realmente era como se mostraba en el video, entonces definitivamente había algo maligno en la casa ancestral de los García.

Probablemente, era por ese ente maligno que Alejandro no podía recuperar su memoria.

Ella pensaba que el accidente de auto también podía haber sido influenciado por otras entidades.

A veces, había cosas que la ciencia no podía explicar.

Don Fernando asintió. —Fue captado en estos últimos días.

Ana se volvió aún más seria. —Entonces, necesitamos encontrar una oportunidad para visitar la casa ancestral de los García. Seguro que no me permitirán contactar con el ente maligno, pero tengo que asegurarme de que no afecte a la abuela García ni a Alejito.

No le importaba si el ente maligno afectaba a la familia de Xavier, pero no podía permitir que dañara a las personas que le importaban.

Con tantos asuntos últimamente, lo había pasado por alto.

—Deberíamos poder encontrar a alguien en estos días, y cuando lo hagamos, necesito preguntarle bien por qué, si Isabel pasó su vida intentando salvar a las personas, él continúa usando el ente maligno para hacer el mal —Don Fernando estaba claramente enfadado.

Siempre había sentido que las personas relacionadas con Isabel merecían ser tratadas con respeto.

Ahora que el hermano de Isabel estaba usando el ente maligno para hacer el mal, realmente estaba dañando la reputación de Isabel.

—Definitivamente necesito verlo —dijo Ana con firmeza.

Siempre había pensado que el hermano de la abuela Ruiz había estado usando el ente maligno para hacer el mal durante todos estos años, y debía haber algunas razones detrás de ello.

La partida de la abuela Ruiz había sido repentina, y su carta no revelaba mucho.

Pero ella podía adivinar que debía haber asuntos del pasado que nadie conocía y que podrían haber sido la razón por la que la abuela Ruiz dejó la ciudad A para vivir en el pueblo.

Aunque la abuela Ruiz se había ido, había algunas cosas que Ana necesitaba aclarar por ella.

—Por cierto, tengo un amigo que es médico de medicina tradicional. Tiene algunas recetas de hierbas que, según dice, pueden ayudar a recuperar la memoria. ¿Quieres que le demos a Alejandro a probar? —Don Fernando preguntó con preocupación.

—Ana, mira aquí.

Pablo señaló un lugar en el cuadro.

Ana siguió la dirección indicada por Pablo.

Al mirar, su expresión se volvió seria.

—Yo me encargo.

—Ah, está bien.

Pablo observó atentamente cómo Ana manejaba la situación. En estos años, realmente había puesto todo su esfuerzo en aprender y progresar; su crecimiento era visible paso a paso.

Hasta su abuelo no podía evitar elogiarlo constantemente.