Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1401

Era ya bastante evidente y de por si notorio, que el Edgardo que tenía frente a ella, se le había corrido una teja y era un loco.

Tanto en sus palabras como en sus acciones, no se controlaba.

Pero...

Ella, de alguna manera, entendía e incluso estaba segura de que él todo lo que decía, incluso sus locuras, iban en serio.

—De todas formas, moriré pronto. Originalmente, planeaba escribirte una carta y que la leyeras después de mi muerte, pero, ¿quién iba a pensar que terminarías embarazada? Cof, cof...— Edgardo realmente parecía creer que ella no pudiera resistir.

Sin embargo, probablemente había hablado demasiado durante el día, lo que causó que su cuerpo no resistiera y comenzara a toser.

Ana aún mantenía las manos sobre su vientre, aún sorprendida de estar preñada.

Pero, luego de calcular cuidadosamente...

Su período se había retrasado tres días.

Aunque había tenido retrasos anteriormente, ahora estaba convencida de que estaba embarazada.

El niño, que debería haber sido motivo de celebración, ahora...

Viendo que Ana parecía distraída, Marta se acercó rápidamente para protegerla: —No escuches sus pendejadas, no habla con lógica. Ha vivido solo toda su vida, no soporta ver a otras familias felices y ni mucho menos son sus palabras confiables como para ponerse a creer lo que dice.

—Si no hubiera colocado algo en la casa ancestral de los García con antelación, Alejandro podría seguir vivo, pero su relación con Ana ya se habría cortado. Hice todo esto porque Isabel quería ver a Ana y Alejandro juntos. A ella le gusta ir contra el destino. ¡No me importa, este niño no puede nacer, debe ser abortado en tres días y no deben tener hijos por lo menos en cinco años! —Edgardo afirmó de manera contundente.

Marta se puso pálida: —¡cállate! ¿Quién crees que eres para decirme que hacer con mi hijo?

—¡Cállate tú! Solo quieres un bisnieto, entonces espera a que Alejandro muera o que Ana muera, ¡elige! —Edgardo estaba claramente furioso.

Marta respiró hondo, ¡Edgardo realmente es irritante!

Unos minutos después.

En el huerto de la casa de los García.

Ana le pasó a Edgardo algunas frutas frescas que había recogido.

Edgardo movió la mano: —Mi cuerpo ya no puede tolerar estas cosas.

—Creo en lo que dijiste antes, solo que tomaste desiciones que te llevaron a contraer una enfermedad terminal, ¿acaso vale la pena? —Ana miró a Edgardo con una mirada compleja.

Edgardo se sorprendió primero y luego soltó una carcajada: —De todos modos, he vivido lo suficiente, estos años solo quería divertirme. Ya que me crees, no te encariñes tanto con el niño en tu vientre, debes abortar de inmediato.