Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1498

—Llamar a la policía no servirá de nada, ¿cómo van ellos a creerme? —Suspiró Lucas.

Verónica pensó por un momento y encontró cierta lógica en sus palabras.

Después de todo, Lucas era quien había sido captado en las fotografías.

—Olvidémoslo hasta este punto, esto también debería servirte de lección para que no confíes demasiado en las personas.

Lucas sorprendido dijo: —Seguiré tu consejo.

Después de escuchar estas palabras, Verónica se suavizó un poco y su corazón, que había estado inquieto, se tranquilizó: —Durante este tiempo no salgas, mantén un camino directo entre la casa y la oficina. Si no, personas malintencionadas podrían verte y tomar más de las dichosas fotos, y luego tendrías muchos más problemas para explicarlo.

—¡Exactamente! Eso es lo que pensaba. —Lucas asombrado aceptó, mostrando una expresión dócil.

Luego, suspiró de nuevo: —Lamento haberte causado tantos problemas. Ahora que tengo tantas noticias negativas, muchas personas se alejan de mí, pero tú sigues allí apoyándome.

—Cuando llegué a la ciudad A, también estaba solo. La persona en quien quería confiar me trató como a un enemigo, ¿y solo has estado tú a mi lado todo este tiempo? Me has ayudado demasiado a superar las dificultades. Lucas, juntos superaremos este desafío también. —Dijo Verónica, emocionada por sus propias palabras.

—Verónica, te amo. —Lucas la abrazó de manera repentina.

Luego, los dos se besaron apasionadamente.

Unos minutos más tarde, y agitado , Lucas abrazó con fuerza a Verónica y le dijo: —Vero, ¿Tienes 700,000 dólares? Estoy negociando un proyecto urgente, tan solo necesito 700,000 dólares para cerrar el trato hoy, y luego nuestra empresa duplicará las ganancias cada mes. Es una oportunidad de oro, y no quiero perderla. Además, hasta ahora la empresa solo ha estado invirtiendo, y al final tenemos la oportunidad de obtener buenas ganancias, así que debemos aprovechar este momento.

—¿Qué dices? ¿700,000 dólares? ¿Tanto? —Verónica se sorprendió.

Si esto hubiera sido unos meses atrás, habría entregado esos 700,000 dólares sin dudarlo y no habría pensado que era mucho dinero.

Pero ahora...

Lucas miraba a Verónica con una expresión de preocupación en su rostro y seguía insistiendo: —Sé que iniciar la empresa casi ha consumido todos tus ahorros, pero este es un momento crítico. Sabes cuánto he sacrificado por ella, y tú también has invertido demasiado. Estamos en una fase crítica del emprendimiento, y lo más importante ahora es aprovechar cada oportunidad. Si perdemos esta, el futuro de la empresa podría no ser muy prometedor.

Pero Verónica creía ciegamente en las palabras de Lucas, ella sabía que no tenía opción: —Solo me quedan 70,000 dólares en mi tarjeta.

Setenta mil dólares, esa era la única salida que se había dejado a sí misma.

Cuando Lucas escucho hablar de los 70,000 dólares, su mirada se ensombreció de inmediato.

¿Tan pobre se había vuelto ella?

¿Qué puede hacer con 70,000 dólares?

De repente, miró la casa en la que estaban: —Vendamos la casa, está bien ubicada y mucha gente quiere comprar en este vecindario ahora. Si la ofrecemos por unos cientos de miles de dólares menos que los demás, podemos venderla hoy mismo.

—¿Qué barbaridad dices? ¿Vender la casa? —El rostro de Verónica cambió de repente.

Esa casa, ante sus ojos, ya era su hogar, su casa en Ciudad A.