Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1500

—Sé que definitivamente sabes dónde está él, ¿puedes decírmelo ya? —Verónica hablaba cada vez más apresurada, con un tono angustiado y lloroso.

Ana sorprendida, notó algo inusual en Verónica. ¿Sería posible que Verónica hubiera descubierto la verdadera cara de Lucas, pero ahora no podía encontrarlo y, sin otra opción, acudía a ella?

Pensando en esta posibilidad, Ana bajó la mirada y de manera discreta se le vino a la mente el nombre de Verónica con sus labios hacia Alejandro, que la miraba.

La mirada de Alejandro se volvió taciturna.

Esta vez Verónica realmente comenzó a llorar: —Ana, sé muy bien que entre nosotras ha habido muchos conflictos y problemas, y admito que antes te he atacado y también engañé a Alejandro, pero no importa cómo, cuándo él tuvo el accidente, si no fuera porque gasté todo mi dinero para salvarlo, él, ya había perdido la memoria, y podría hasta haber muerto en el hospital. Así que de cualquier manera, puedo considerarme como la salvadora de Alejandro, ¿no es así? Estoy en realidad desesperada por encontrar a Lucas, ¡él me engañó!

Ana, viendo que Alejandro no mostraba alteración alguna, respondió: — Si te soy sincera, no sé mucho sobre Lucas, tampoco lo conozco, y si es como dices que te ha engañado, entonces tal vez se esté escondiendo y no te permitirá encontrarlo fácilmente. Si yo fuera tú, ya habría ido a la policía.

Parecía que Verónica en realidad había sido engañada por Lucas.

De repente, Verónica comenzó a llorar tan fuerte: —Confíe tanto en él, gasté casi todo mi dinero por él, incluso vendí la casa que había comprado hace poco, y resulta que ¡él muy vil me engañó! Ah... no puedo entenderlo, ¿por qué el destino es tan cruel, por qué me hizo encontrar a un estafador? ¿Por qué?

—Dile que vaya a la policía lo antes posible. —Dijo Alejandro con un tono de voz preocupante.

Ana asombrada, cuando el llanto de Verónica disminuyó, dijo: —Deberías ir a la policía lo antes posible, ellos podrán ayudarte a encontrarlo.

—Debes estar burlándote de mí, riéndote de lo tonta que he sido, a pesar de que ya me advertiste, seguí siendo engañada por Lucas. —Se burló con amargura Verónica de sí misma.

Ana se quedó sin palabras por un momento.

Como había dicho antes, no podía entender lo que pensaba Verónica.

¿De qué servía hablar de estas cosas en este lugar y ahora?

¿Podía recuperar lo perdido?

¿Podía hacer que el engañador Lucas fuera castigado?

Ana dijo con un tono de voz angustiado: —Tengo que irme, adiós.