Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 158

La abuela García notó cómo dos personas intercambiaban miradas cargadas de significado.

Solo entonces se percató de lo tarde que era.

De inmediato, instó a los dos: —Ya es tarde, deberíais subir a descansar, justo cuando yo también estoy cansada.

Antonio le había dicho mientras probaban ropa hace un rato que los dos jóvenes realmente tenían sentimientos el uno por el otro. Ella todavía albergaba algunas dudas en su corazón.

Pero, al ver la manera en que Ale miraba a Anita, había algo inusual en su mirada.

Claramente, había señales de que estaba emocionalmente afectado.

Dos jóvenes durmiendo en la misma cama por la noche, ¿cómo podrían mantener sus pensamientos puros todo el tiempo?

Es el momento en que los deseos sexuales están en su apogeo.

Sería una pena no dejar que algo sucediera durante una noche de sueño.

Después de que Ana y Alejandro subieron, las cosas siguieron como antes; Ana fue la primera en tomar una ducha.

Después de su baño, fue el turno de Alejandro.

Los dos, acostados en la misma cama, siempre sentían algo extraño en sus corazones.

Después de acostarse, Ana revisó por costumbre su tienda de Amazon España en su móvil.

Había muchas personas haciendo pedidos en los últimos días, probablemente porque había logrado ciertos resultados recientemente.

Su tienda en Amazon España ahora estaba generando varios cientos de dólares al día.

Ella incluso comenzó a considerar la posibilidad de comprar una casa para que, más tarde, su madre adoptiva y los demás pudieran mudarse allí.

Pensar en tener una casa adecuada para toda la familia, vivir juntos, comer juntos todos los días, esperar que su hermano mayor y los demás se casen, tengan hijos y luego traigan a sus familias para reunirse, llenaba su corazón de felicidad.

—Mañana tengo que volver a casa de mi madre, hemos quedado en ir a cenar al hotel por la noche. Así que, lo siento, ¿puede ser pasado mañana por la noche? —preguntó Ana.

Alejandro no tuvo objeciones: —Está bien, rara vez hablas de tu familia, ¿puedes contarme más?

De repente tenía mucho interés en saber más sobre ella.

No sobre cómo la maltrataban en la familia González, sino sobre cómo creció en casa de su madre adoptiva.

—Tengo dos hermanos mayores, Francisco y Manuel, y un hermano menor, Javier, que está preparándose para la Selectividad. Para mí, ellos son los mejores parientes. Mi madre nunca me golpeó. De hecho, era bastante traviesa de pequeña, pero como mis hermanos siempre me mimaban, aunque no tenemos padre, nunca nos faltó afecto familiar. Mi hermano mayor siempre nos ha protegido...

Probablemente porque el ambiente era muy suave, Ana empezó a contar lentamente sobre su vida.

Hablando de su familia, su corazón se sentía realmente tranquilo.

En realidad, su familia era bastante normal.