Resumo do capítulo Capítulo 1611 do livro Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate de Internet
Descubra os acontecimentos mais importantes de Capítulo 1611 , um capítulo repleto de surpresas no consagrado romance Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate. Com a escrita envolvente de Internet, esta obra-prima do gênero Segunda oportunidad continua a emocionar e surpreender a cada página.
Ahora lo tiene claro, todos deben actuar por su propio interés. ¡Y ella no es la excepción!
—Bien, ¡Pues habla que yo te escucho.
—Conoces a mi hermano Francisco, ¿verdad? Su esposa está embarazada y sale todos los días. Así que después de que ella salga...
...
—¡Bang!
Victoria lanzó como loca el jarrón de vidrio.
Y el suelo del dormitorio se cubrió de vidrios rotos.
Ella levantó el celular, a punto de lanzarlo, pero en el último momento se retractó.
Estos últimos días había intentado, de todas las maneras posibles, ver a Alejandro, pero ni siquiera había visto su sombra, no sabía si era intencional.
Fue a las oficinas del Grupo Financiero García, pero no pudo entrar.
Luego trató de detener un auto en la calle, pero había tantos autos de Alejandro que no sabía en verdad cuál podría ser el que él condujera, o si estaba siendo bloqueada por Eduardo y el conductor.
Utilizaban todo tipo de métodos para evitar que ella viera a Alejandro.
Este acto era como tratarla como si fuera una terrible inundación o una bestia feroz.
¿En qué se parecía ella a una inundación o a una bestia feroz?
Había llamado a Eduardo, y después de la última llamada, Eduardo bloqueó su número.
En esos días, no podía dejar de preguntarse dónde estaría el problema.
Victoria respondió con cierta impaciencia: —¡Sí! Me he encontrado con problemas otra vez, y pensé en ti, ahora eres la única persona que me puede ayudar.
—No temas, ya suponía que enfrentarías algun tipo de problemas, hay cosas que no son tu culpa, pero que aún así debes afrontarlas. Ven a verme, en el mismo lugar donde nos encontramos la última vez. —Dijo la mujer.
—¡Bien! ¡Pues iré a verte ahora mismo!
Mientras Victoria colgaba y se cambiaba de ropa, una sonrisa irreprimible se dibujó en su ella, sabía que el destino no cerraría todas las puertas para ella.
¡No era posible que le dieran una segunda oportunidad en la vida, solo para luego impedirle hacer o cambiar cualquier cosa!
El destino, al parecer, aún le guardaba cierta benevolencia.
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