Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1612

Tienda para Madre y Bebé

Después de regresar de vacaciones, Beatriz descansó un par de días y se llenó de energía.

A pesar de estar embarazada, casi no presentaba ningún síntoma.

Luego, decidió salir a pasear con Ana.

Justo pasaron por una tienda para madre y bebé.

Podría decirse que era una tienda para madres y bebés bastante grande, de tres pisos.

Antes, a Beatriz nunca le habían interesado ese tipo de cosas.

Desde que quedó embarazada, encontraba todo adorable.

—¿Qué te parecen esta cuna y ese cochecito? ¿Crees que debería comprarlos ahora y guardarlos en casa? —le preguntó ansiosa Beatriz a Ana.

Ana no podía quitar los ojos de esas hermosas pequeñeces.

Miró en la dirección que Beatriz señalaba.

Luego afirmó: —Sería bueno comprarlos ahora, para estar preparada.

—Entonces voy a mirar otras cositas, podrían enviarlas todas juntas a casa. —Dijo Beatriz entusiasmada, cuyo deseo de comprar se intensificó.

Ana tenía mucha paciencia y acompañó a Beatriz en la tienda durante toda la tarde.

Beatriz quería comprar todo lo que veía.

Finalmente, exhaustas de tanto caminar y comprar, ambas fueron a la tienda de al lado para comprar algunas papitas y hamburguesa, y se sentaron tranquilas frente a la ventana para recargar energías.

La razón era porque al lado solo había restaurantes de cazuela de mariscos o de carne a la bbq.

Ahora que Beatriz estaba en las primeras etapas de su embarazo, temía que comer tanta carne le causase diarrea.

Cuando estaban en la escuela, a ambas les gustaba comer en algo más bien ligero.

Hacía mucho que no comían ahí, y por eso, sorprendentemente, les pareció que sabía bien.

De vez en cuando miraban hacia la tienda de madre y bebé de donde Ana y ella habían salido hace unos quince minutos.

Después de observar por un largo rato, apresurados desviaron la mirada.

Luego se giraron, como si no quisieran ser vistos.

Una persona actuando así no era tan extraño, pero ya dos personas comportándose de esa manera sí parecía algo sospechoso.

—¿Ese es su novio? —Preguntó Beatriz.

Ana levantó la vista de nuevo: —No lo conozco, pero parecen íntimos, deben conocerse bien.

Justo en ese preciso momento, Judith salió de la tienda de madre y bebé.

Acompañada por una amiga, ambas con vientres ligeramente abultados, era obvio que estaban embarazadas.

Beatriz alzó una ceja con cierta curiosidad.

Inmediatamente después, vio que Norma y el hombre se dieron enseguida la vuelta, como si no quisieran que Judith los viera.