Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 172

Emilio presionó firmemente el carrito de compras.

Unos ojos hermosos se posaron en Ana, como un cazador observando a su presa.

—Debería llevarte a casa.

—Emi... —dijo la mujer, al ver cómo Emilio cortejaba a Ana, cambiando su expresión.

El hombre que había prometido acompañarla durante todo el día ahora solo tenía ojos para otra.

Se sintió amenazada.

Ana era incluso más hermosa que ella.

Emilio apenas le lanzó una mirada fugaz desde el rabillo del ojo. —Ve a pasear por el supermercado.

La actitud de Emilio era evasiva.

De todas las personas que Ana había visto ese día en el club, Emilio era el que menos le gustaba.

Siempre galante y mujeriego, y con un anillo en la mano, Emilio acabaría arruinado por una mujer tarde o temprano.

De repente, ella agarró el brazo de Emilio.

Ana presionó con la punta de sus dedos.

—Ya te dije que puedo sola.

Tras estas palabras, Emilio pareció recibir una descarga eléctrica, saltando hacia arriba, exclamando un ahogado: "¡Ah!"

Ese grito doloroso estaba contenido; de no ser así, hubiera alarmado a muchas personas.

Pero ese salto ya había sorprendido a la mujer.

— ¿Emi?

— ¿Qué pasa? ¿Por qué Emi de repente saltó tan alto?

Ana ya había aprovechado para empujar el carrito hacia el elevador del estacionamiento.

Como si no fuera ella quien había presionado un punto de presión, haciendo que Emilio saltara.

Cuando Emilio reaccionó, ya era demasiado tarde, solo podía mirar mientras Ana entraba al elevador.

El rostro de Emilio se ensombreció enormemente.

—Algún día te conquistaré. ¿Crees que porque te has unido a Alejandro, tu estatus ha subido? —Emilio dijo, enojado.

La mujer que él deseaba, si quería conseguirla, lo lograría sin duda.

——

Después de dejar el hospital, Ana condujo directamente de regreso a La Villa Estrella del Mar.

Llegó a La Villa Estrella del Mar a las dos de la tarde.

Empezó a preparar la comida en la cocina.

El tiempo pasó silenciosamente.

Ana recibió una llamada de Manuel en el camino, escuchando cómo le decía que el mayordomo de Casa Chávez no sabía por qué, pero había cometido un error, permitiendo que se quedara en la villa la noche anterior. Hoy, el director del set y todos estaban complaciéndolo, permitiéndole disfrutar de ser halagado.

Incluso vio a Sergio, que parecía no encontrar un lugar para desahogarse, con una expresión de querer matarlo, lo que le pareció demasiado divertido.

—Pero me preocupa que cuando el mayordomo se dé cuenta del error, estos buenos días se acaben.

No podía contarle los detalles a Manuel, así que simplemente le dijo que había tenido suerte.

Y luego dile que no se preocupe.

Quizás era porque siempre hacía buenas acciones, y justo alguien quería aprovechar la oportunidad para agradecérselo.

Desde pequeño, Manuel siempre había sido una buena persona, ayudando frecuentemente a los ancianos de fuera.