Resumo de Capítulo 1721 – Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate por Internet
Em Capítulo 1721 , um capítulo marcante do aclamado romance de Segunda oportunidad Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate, escrito por Internet, os leitores são levados mais fundo em uma trama repleta de emoção, conflito e transformação. Este capítulo apresenta desenvolvimentos essenciais e reviravoltas que o tornam leitura obrigatória. Seja você um novo leitor ou um fã fiel, esta parte oferece momentos inesquecíveis que definem a essência de Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate.
Ella se giró de inmediato hacia Silvio: —Hay una cafetería cerca, sentémonos y hablemos tranquilamente allí.
—Está bien. —Silvio, que ya se había calmado, ya no se mostraba tan irracional.
De todos modos, tenía que dejar de una vez por todas las cosas claras ese día.
Llegaron a la cafetería y Gisela pidió dos cafés, teniendo en cuenta los gustos de ambos.
Al ver que Gisela recordaba cómo le gustaba el café, Silvio se mostró un poco más sereno.
Se disculpó con un tono suave: —Lo siento mucho, no estuvo bien de mi parte discutir contigo delante de otras personas, y mucho menos utilizar mis sucias suposiciones para juzgarte. Conozco a cabalidad tu integridad, sé que nunca te involucrarías con alguien más mientras estuviéramos casados. Te pido disculpas.
Silvio tenía algunas virtudes.
Si reconocía sus errores, sabía con humildad admitirlos.
Y lo hacía con buena actitud.
Pero cuando se enojaba, era difícil que mantuviera la calma y sus palabras podían ser muy hirientes, sin importar si los demás podían aceptarlas o no.
—Está bien, acepto tus disculpas. —Dijo Gisela con calma.
Al oír esto, Silvio abrió los ojos de par en par: —¿Entonces, estás diciendo que también te has calmado y considerarías volver conmigo? Gisela, mira estos días sin ti en casa no he comido bien, estoy harto de la comida a domicilio, y además, mamá ha estado pidiendo con insistencia que volvamos a visitarla. Podríamos ir al pueblo a ver a mamá. Gisela, te prometo que de ahora en adelante escucharé tus palabras y no te haré enojar.
—No voy a volver contigo. —Afirmó Gisela con determinación.
Aunque reconocía algunas de las cualidades de Silvio que apreciaba, eso no significaba que pudiera aceptar con facilidad el daño que Silvio le había causado.
Tampoco podía aceptar otros defectos de él.
Tan familiarizados estaban que ya no sentían pasión el uno por el otro.
Silvio, sorprendido e incrédulo, exclamó: —¿Cómo puedes seguir insistiendo en divorciarte? Ya admití mi error, ¿eso no es suficiente para ti?
—Es cierto que admitiste tu error, pero aún así existen muchos problemas entre nosotros. —Respondió Gisela, cada vez más tranquila.
Si esto hubiera sucedido hace unos años atrás, cuando su relación con Silvio aún era buena, no se habría divorciado.
Porque en ese momento preferiría desgastarse internamente antes que abandonar tantos años de relación simplemente por un problema menor.
Silvio se quedó pensativo: —Sé lo que te preocupa, puedo comprometerme a reunirme con mis amigos solo una vez cada dos semanas y sobre nuestra vida sexual, puedo satisfacerte como quieras, podemos hacerlo una vez a la semana. Después de tantos años de matrimonio, ¿por qué deberíamos preocuparnos si hay o no vida sexual? ¿No crees?
Ya no tenía el mismo interés en ese tipo de cosas como cuando era joven.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate