Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 1758

¡No había nadie en casa!

De inmediato llamó a Mauricio.

Era la primera vez que se comunicaba con él en esos días.

Y también era la primera vez que temblaba mientras lo llamaba.

Pero Mauricio no respondió.

Respiró hondo, intentando calmarse un poco.

Luego fue a la casa de los padres de Mauricio.

Cuando apareció frente a ellos, mostraron una expresión de asombro total: —Tú...

—¿Fueron ustedes quienes se llevaron a mis hijos? —Preguntó tajantemente.

Antes, por respeto a Mauricio, los llamaba papá y mamá y fingía amabilidad con esas personas que no le agradaban. Pero ahora, cuando se trataba de sus hijos, no había necesidad alguna de seguir fingiendo cordialidad.

No había ninguna necesidad de ser hipócrita.

El padre de Mauricio golpeó la mesa con fuerza: —¿Vienes a preguntarnos? ¿Qué poción le diste a Mauricio?

—¡Sabía que nunca deberíamos haber has dejado de manipular estos años, hasta el punto de que él nos ha abandonado! —Exclamó la madre de Mauricio con ira.

Ambos comenzaron a culpar a Beatriz.

Aunque Beatriz estaba inicialmente alterada por no encontrar a sus hijos, ahora se calmó.

¿Qué estaban diciendo?

¿Y a lo mejor qué había hecho Mauricio?

Mauricio, conociendo muy bien a Beatriz y sabiendo que ella aún no había reaccionado, sonrió alegre y agregó: —He traído a los niños de regreso al país, estamos de camino a la casa de tus padres, de ahora en adelante viviremos aquí.

Estos últimos años, no he sido feliz en el país de Piedraplata, y mi relación con mis padres ha sido bastante conflictiva. Desde pequeño, nunca compartí sus visiones de vida y, de hecho, he sufrido por ellas. Pero varios integrantes de la familia han tenido lavado de cerebro.

Sus acciones han afectado gravemente mi vida y la tuya.

—¿Qué? —Beatriz parpadeó, pensando que había escuchado mal después de un largo vuelo.

¿Regresar al país... y vivir allí?

—Estos años he sido injusto contigo, haciéndote vivir en un ambiente que ni siquiera me gusta a mí. —Dijo Mauricio, observando ensimismado el paisaje familiar de la ciudad A, aunque hacía años que no regresaba, aún sentía que este era el lugar donde debería vivir.

Alejado de todo lo sucio y corrupto.

Sintió que ser actor era más adecuado para él.