Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 177

¿La esposa del nieto a quien la abuela Ruiz ha elegido puede ser expulsada por Nuria con tan solo ciento cincuenta mil dólares?

Dejando de lado si esto menosprecia al jefe, el simple hecho de que la abuela Ruiz le haya dado a la señorita Ana un anillo de diamantes de catorce millones de dólares ya es excesivo.

Si la señorita Ana quisiera dinero, podría simplemente pedírselo a la abuela Ruiz.

Gastar ciento cincuenta mil dólares para deshacerse de alguien muestra que Nuria ha manejado esto de manera torpe y desagradable.

Nuria se siente incómoda. —Eduardo debería saber por qué quiero ver al presidente García. Hay malentendidos que no se pueden aclarar por teléfono; necesito explicárselo en persona. Después de todo, nos conocemos desde niños. ¿No debería al menos darme una oportunidad para explicarme?

—Señorita Nuria, esta vez estás involucrada en un asunto del presidente García. Si otros se enteran, definitivamente malinterpretarán tu relación con él. No tienes ninguna relación con el jefe. Incluso controlas y amenazas a las personas alrededor del presidente García. En esta situación, ¿quién podría explicarlo? Sería mejor que te fueras,— Eduardo no tiene problema en hablar claramente.

Muchas personas gustan de usar la amistad de la infancia para cometer maldades.

Decirlo claramente es mejor para todos.

El rostro de Nuria se vuelve aún más pálido. —¿Han investigado a Ana?

—Señorita Nuria, otra vez te estás metiendo en asuntos que no te conciernen,— Eduardo frunce el ceño, cansado de mantener la cortesía.

Es evidente que Nuria ha investigado a Ana.

Si estas personas supieran que Ana no es la amante del jefe, sino su esposa, ¿se atreverían a seguir investigando?

Nuria se queda rígida.

Asuntos que no le conciernen...

De repente lo entiende. Las personas que pueden quedarse al lado de Alejandro, ¿cómo no iban a investigar a fondo?

Así que, todo sobre Ana, Alejandro lo sabe todo y, sin embargo, no le importa en absoluto.

Es como si de repente alguien le apretara la garganta.

Respira hondo.

Mira fijamente cómo Eduardo entra al edificio. Su determinación no muestra vacilación alguna.

Claramente no hay oportunidad de conciliación.