Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 223

Evidentemente, hablar con Ana mientras aguantaba su temperamento era realmente incómodo para Diego.

En su opinión, Ana estaba siendo muy inmadura.

—Ana, ¿necesitas ayuda?

Preguntó un compañero de trabajo al ver a Ana rodeada de una pareja de mediana edad que claramente no tenía una buena actitud, lo cual preocupó un poco a la gente.

Ana agradeció con una sonrisa,—Gracias, de momento no.

Luego se dirigió a Diego y Laura,—No tengo novio, vinieron en vano. No vuelvan a buscarme, no quiero verlos.

Dicho esto, pasó por al lado de ambos y se dirigió hacia la puerta.

—¡Espera! ¡Anita, no somos tan fáciles de engañar como crees! No tienes que mentirnos,—Laura estaba a punto de estallar de ira.

No era de extrañar que la última vez que José y los demás vinieron a buscar a Ana, Gustavo y Sergio se pusieron de mal humor al volver, y Carmen se enfermó de la rabia ese mismo día.

Realmente, Ana los tomaba por tontos, las mentiras que decía eran totalmente absurdas.

—Anita, me decepcionas mucho con tu comportamiento,—Diego ya no tenía paciencia.

Ana se rió con frialdad,—¿Qué tiene que ver tu decepción conmigo? No me sigas, o llamaré a seguridad.

Después de decir esto, se dirigió directamente al edificio.

Laura intentó detener a Ana, pero ella caminaba demasiado rápido y no pudo alcanzarla.

—Sí, cariño, debe ser él. Se comprometió hace poco y mantiene a Anita en secreto. Por eso Ana no nos dice nada. Ahora todo tiene sentido,—Laura estaba cada vez más convencida de que era Caio.

Aunque pensaba que Anita no era alguien especial, su apariencia era del tipo que muchos hombres encontrarían atractiva.

—Bien, si estamos seguros de quién es, iremos a buscarlo. Hablaré con Caio,—Diego se sintió aliviado al encontrar una solución al problema.

Laura asintió,—Sería ideal que rompiera su compromiso y se casara con Anita. Así, él podría ayudarnos con más dedicación.

—De acuerdo, me prepararé y mañana Gustavo y yo iremos a ver a Caio,—dijo Diego inmediatamente.

De camino a casa, Carmen llamó para preguntar cómo iban las cosas.

Laura no le ocultó nada a Carmen.