Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 257

—¡Vamos, vamos! Acerquémonos a Mauricio, mi hermano dice que en persona tiene aún más presencia que en la película,—dijo Ana, mientras tomaba con entusiasmo el brazo de Beatriz.

—¡Claro! ¡El ídolo de Beatriz tiene que tener una presencia arrolladora! Seguro que en la vida real eclipsa a todos,—respondió Beatriz, con el mismo fervor.

El estadio había reservado una gran área para el equipo de filmación.

Y aunque el personal técnico ocupaba bastante espacio, fuera del set se agolpaban numerosos fans, todos ansiosos por ver a Mauricio.

En esta película, Manuel interpretaba al antagonista secundario, un rol que, aunque limitado en escenas, era sumamente distintivo.

Además, el director, conocido por sus películas taquilleras y galardonadas, era una figura con la que muchos actores soñaban trabajar.

Manuel había conseguido el papel por méritos propios, tras una audición que demostraba su indudable talento.

—¡Tu hermano es guapísimo! Cuando termine de grabar, ¿crees que podría sacarme una foto con él? Cuando la película se estrene y se haga famoso, podré presumirlo en Instagram,—dijo Beatriz, sin quitar los ojos de lo que ocurría dentro del set.

Aunque no pudo ver al actor que tanto admiraba, sí logró divisar a Manuel.

Manuel, por su parte, no se percató de la presencia de Ana y Beatriz; estaba completamente concentrado en prepararse mentalmente para la escena.

—Vamos hacia ese lado, desde aquí no vemos nada con tanta gente,—sugirió Ana, poniéndose de puntillas en un intento inútil de ver algo más allá de la mitad del rostro de Manuel.

Se desplazaron hacia una zona con menos personas.

Y desde allí, finalmente pudieron ver a Mauricio actuando junto a Alejandro.

Hay personas que nacen para ser grandes actores; pueden transformarse en otro personaje al instante, sin esfuerzo alguno.

La presencia de Mauricio era imponente.

Ana lo notó, al igual que lo percibió en Manuel.

Estaba convencida de que Manuel, algún día, también sería un gran actor; tenía el talento necesario para lograrlo.

—Te voy a mostrar la foto de mi certificado de matrimonio,—dijo Ana, recordando que tenía una foto en su teléfono.

Había tomado una foto del certificado cuando lo guardó, pero luego se había olvidado de ello.

—¿De verdad tienes una foto?—Beatriz miró con curiosidad los grandes ojos redondos de Ana mientras esta buscaba la foto en su teléfono.

Tenía mucha curiosidad por ver qué tipo de certificado de matrimonio iba a mostrarle Ana.

Ana finalmente encontró la foto en su álbum, la abrió y se la mostró a Beatriz.—Mira, estoy casada.

—¡Es un certificado de matrimonio de verdad! ¿Cuándo pasó esto? No recuerdo que mencionaras a ningún otro chico aparte de Carlos. ¿Cómo es que de repente te casaste?—Beatriz estaba completamente sorprendida.

Sin embargo, cuando vio la foto del hombre junto a Ana en el certificado, sus ojos se abrieron aún más.

—Esto no puede ser...